El siguiente paso a seguir en la consolidación de nuestra profesión la Naturopatía, es la consecución del Colegio Oficial de Naturópatas. Esta es una entidad de derecho público, y por tanto tiene que concederla la Administración.
En la polémica existente actualmente sobre los Colegios Profesionales tal vez se pregunte más de uno si merece la pena solicitar el Colegio Oficial de Naturópatas o si, por el contrario, sería conveniente buscar una estructura organizativa más acorde con los tiempos que se avecinan de la Europa sin Fronteras.
Respondiendo a estas dos preguntas, empezaría diciendo que el Colegio Oficial de Naturópatas es una necesidad para proteger y potenciar los intereses de la profesión , con lo cual se terminaría con esta situación de semimarginalidad; por otro lado tenemos que plantearnos la situación en la cual el Colegio no sea concedido, entonces tendríamos que seguir profundizando en la forma organizativa colegial de carácter privado entre todos oos Naturópatas y las Asociaciones que representan sus intereses.
Esta formula organizativa la estamos ensayando, y con buenos resultados, es la que estamos potenciando desde FENACO. EL que no nos concedan el Colegio no significa el que vayamos a quedarnos de varazos cruzados, sin hacer nada sino que seguiremos organizándonos y creando este tejido social que haga que la Naturopatía sea conocida por la sociedad a la vez que integrada en su estructura como una profesión más.
Estas dos opciones no son excluyentes, el que elaboremos un conjunto de iniciativas que lleven a la Naturopatía a la integración totoal en la Sociedad, no implica el que se abandone la línea de actuación encaminadas al que el Estado legalice nuestra situación. Esta doble vía de consolidación de nuestra profesión: la integración social y la legalización administrativas van paralelas, y en ambas tenemos que trabajar sin poner el énfasis en una más que en otra.
Editorial de la Revista Naturopatía. nº 3 . 1992