El colectivo de especialistas en Naturopatía está luchando por hacerse un hueco en el Servicio Andaluz de Salud (SAS). La Federación Española de Asociaciones Profesionales de Naturopatía (Fenaco) pretende que sus técnicas de salud naturales se introduzcan de lleno en la sanidad pública y que sean ellos mismos quienes presten estos servicios. Por su parte el grupo socialista presenta hoy en el Parlamento andaluz una proposición no de ley en defensa de este tipo de medicina, aunque – eso sí – siempre y cuando sean los médicos del sistema público quienes lo apliquen.
Los métodos naturales de salud pretenden hacerse hueco en la sanidad pública andaluza, ocasión que intentan aprovechar los Naturópatas para ofrecer para ofrecer a través de ella sus servicios.
La Naturopatía es “una opción de salid más dentro del conjunto sanitario” que va más allá de la curación de las enfermedades, ya que tiene como fin último enseñar a la gente el arte de vivir de forma sana, explica el presidente de la Federación Española de Asociaciones Profesionales de Naturopatía (Fenaco), Manuel Navarro.
A través de elementos naturales como la alimentación, las plantas, el sol, el agua, la acupuntura, técnicas manuales, los campos magnéticos o terapias psicofísicas, la Naturopatía ayuda a recuperar, mantener e incluso incrementar la salud, al mismo tiempo que intenta que la persona sea cada vez más autosuficiente en este campo.
Fenaco reclama a la Junta de Andalucía la integración de la Naturopatía en la atención primaria de salud, para lo cual ha propuesta a la Consejería de Salud un convenio en que la federación se encargaría de prestar este servicio. Navarro considera que este acuerdo haría más viable la implantación de la Naturopatía en el Servicio Andaluz de Salud (SAS) ya que “el sistema de contrata resulta más fácil y económico que unas oposiciones para cubrir las plazas”.
Sin embargo las cosas no son tan sencillas. Los Naturópatas tendrán que enfrentarse al personal sanitario para poder hacerse con esta apetecible oportunidad a las que todos quieren hincarle el diente.
La diputada socialista Carmen Molina duda de la viabilidad de que los Naturópatas puedan acceder a la sanidad pública, ya que siguiendo la línea marcada por las directivas europeas, el personal sanitario se perfila como el único capacitado para desarrollar esta función.
Molina presenta hoy una proposición no de ley ante el Parlamento andaluz que persigue la regulación jurídica de los métodos naturales de salud. La iniciativa pretende el estudio por parte de un grupo de expertos de la situación actual en la que se encuentra está práctica para que a finales de la presente legislatura se disponga de un informe que permita su legislación con el fin de “garantizar que el servicio que recibe el paciente esté hecho por auténticos profesionales” destaca la diputada socialista.
El siguiente paso será “incluir dentro de las prestaciones del SAS la medicina natural, la homeopatía y la acupuntura, entre otras ramas, indica la representante socialista.
Molina habla en todo momento de la integración de la medicina complementaria” – desarrollada por tanto por personal sanitario -, por lo que la Naturopatía quedaría fuera de ese sistema de sanidad pública en el lo que los métodos tradicionales se enriquezcan con los naturales.
No obstante, la diputada socialista aclara que habrá que esperar al desarrollo d ela legislación en este ámbito para saber quienes podrán asumir esta práctica sanitaria.
De todos modos, Molina destaca que lo único que le preocupa en estos momentos a la Junta es que los andaluces puedan optar a un tratamiento natural y velar porque el servicio sea prestado por un personal capacitado.
Por su parte, el presidente de Fenaco rechaza por completa que para desarrollar técnicas naturales de salud sea imprescindible ser médico. Navarro afirma el personal sanitario que quiera ejercer en este campo tendrá que darse de alta para obtener la licencia como Naturópata.
Navarro subraya que la Naturopatía tiene perfectamente delimitado su campo de actuación , sin que le quite terreno a la medicina. No se trata de una amenaza sino que ambas son complementarias, indica.
“El Colegio de Médicos nos ha tachado desde el principio de curanderos, sin embargo ahora que se da cuenta de las posibilidades del sector pretenden acapararlo”., indica Navarro, quien critica que en las clínicas del dolor, donde se aplica la acupuntura, los masajes y la relajación, entre otras técnicas, no se haya contado con los Naturópatas.
La Naturopatía es una rama que cuenta cada vez más con una mayor demanda social, la cual ha subido siete puntos respecto al año pasado al pasar del tres al 10 por ciento la población que reclama estos servicios. No obstante la desconfianza se sigue cerniendo sobre ella por culpa del abundante intrusismo que existe en el sector. Navarro aconseja a la gente que cuando acuda a un centro de este tipo se asegure de que está homologado, ya que resulta muy peligroso ponerse en manos “de los que con un curso de tres fines de semana se denominan Naturópatas”.
En este sentido, explica que la Naturopatía es una carrera privada que se equipara a una diplomatura, aunque ya se han iniciado las gestiones para lograr que se le recono0zca el grado universitario.
El debate está servido. La última palabra la tiene ya la Junta de Andalucía encargada de decidir el tipo de preparación que se precisa para formar parte de la sanidad pública, el gran pastel con el que personal sanitario y Naturópatas pretenden hacerse.
Fuente: Diario de Andalucía. Reportaje y entrevistas: Mónica Miranda.