¿Se imagina poder curar una enfermedad mediante cosas tan sencillas como plantas, música, agua, olores, alimentos, colores, energías, agujas, minerales…? La naturopatía constituye un estilo de vida basado en la filosofía milenaria que asegura que el estado natural del cuerpo es la salud, y que cuando éste cae enfermo solo hay que recuperar su poder autocurativo aprovechando las bondades que la naturaleza nos ofrece. El naturópata es aquel profesional que emplea métodos naturales para curar la enfermedad pero, ante todo, educa al paciente en el buen uso de su cuerpo y de la naturaleza para conservar su salud.
¿En qué consiste? La medicina natural defiende que lo mejor para curar el cuerpo es el propio cuerpo, ya que éste tiende naturalmente hacia la salud. Si está perturbado por factores como una dieta inadecuada, falta de sueño, tensiones físicas o emocionales, contaminación ambiental o una actitud mental negativa, se producen toxinas que perjudican la autocuración y la defensa frente a las agresiones externas, como virus y bacterias. Según la Organización Mundial de la Salud, hasta un 80% de las enfermedades pueden tratarse con métodos naturales. La naturopatía es la ciencia que estudia y trata las afecciones a través de la naturaleza del propio paciente, empleando agentes naturales tanto para la conservación de la salud como para el tratamiento de las enfermedades. Esta disciplina se sitúa a la vanguardia de la medicina preventiva, puesto que ante todo crea hábitos de vida en el paciente para que se mantenga en equilibrio.
El naturópata. No es concebido como la solución para los problemas de salud, sino como un educador que ayuda al cuerpo en sus esfuerzos, sin asumir las funciones que a éste le son propias. Además, el paciente a tratar no es visto como un individuo que pasivamente recibe la acción del naturópata, sino como un agente que se preocupa por su propio bienestar y actúa consecuentemente con él. Pero hay que tener en cuenta que este profesional no es un médico, ya que su labor tiene como fin complementar y dar apoyo a la medicina tradicional desde las áreas no clínicas de la salud.
La formación. Al no existir aún estudios oficiales de naturopatía, el mejor criterio para elegir una formación de calidad es dirigirse a centros que estén homologados por la Federación Española de Profesionales en Naturopatia (FENACO). Los criterios de la federación, admite para el acceso, estudios mínimos de COU, bachillerato LOGSE o estudios equivalentes. La carrera de naturopatía debe tener una duración de al menos 2.500 horas, unos tres años académicos, e incluir asignaturas de anatomía, fisiología, patología y técnicas naturales, así como un determinado número de prácticas.
Técnicas. Según los naturópatas, con el uso de sustancias naturales (alimentos, plantas, preparados, cremas, etc.) y emplastos de arcilla, una alimentación adecuada, un correcto pensar y viviendo de acuerdo a unas emociones bien encauzadas, se consigue una rápida y efectiva recuperación de la salud. Esto hace que sean más de quince las distintas técnicas que se aplican en la medicina natural. Tratamientos alternativos, que van desde los masajes, alimentos naturales, relajación o el uso de plantas medicinales (fitoterapia), pasando por métodos más conocidos como la hidroterapia, musicoterapia, aromaterapia, homeopatía o acupuntura; llegando hasta técnicas de nombres imposibles como la kinesiología, iridiología, cenesiterapia, cromoterapia o energías electromagnéticas.