El ajo no sólo es un ingrediente especial en la cocina, sino que es muy usado por sus propiedades curativas.
Uno de los elementos que le otorgan su gran poder curativo es el azufre, que en el cuerpo humano está presente en el pelo, la piel y las uñas.
El naturópata Francisco Rodríguez indica que el ajo es especial para mejorar la circulación de la sangre.
Puede tomarse en pastillas o en forma natural, ya que sus efectos son muy buenos de las dos formas.
Rodríguez comenta que las personas diabéticas deben usarlo con cuidado y en las dosis que les recomiende el naturópata.
El vegetal no sólo disminuye el azúcar, sino que aumenta el nivel de insulina.
Pequeño y saludable
Otra cualidad del ajo es que se trata de un vasodilatador benéfico para la circulación sanguínea. Evita la formación de coágulos que pueden desembocar en trombosis, angina de pecho o infarto de miocardio.
Es un buen antibiótico natural. Puede ser usado en infecciones virales o bacterianas.
El especialista asegura que ayuda a mejorar el sistema inmunológico. También es ideal para bajar el nivel de colesterol malo.
Otra de sus funciones en el organismo es que mantiene la presión arterial.
Favorece la secreción de jugos estomacales y, por lo tanto, facilita notablemente la digestión.
Su acción antiséptica y antibiótica también se hace notar en la flora intestinal, protegiéndola y combatiendo numerosas enfermedades del aparato digestivo.
El ajo también es ideal para combatir problemas respiratorios como catarros, bronquitis y tos, ya que tiene un efecto expectorante.
Tiene un alto contenido de fósforo y por eso se destaca como un sedante especial para los nervios.
Fuente: GuiaMedica.hn