Esta es otra de las plantas que se cultivan desde tiempos muy remotos.
En textos históricos encontramos que ya existían en la época prehistórica, romana y griega.
Se le cultiva en climas templados de Europa, América Latina y Asia, su cultivo es muy importante, porque hay un gran consumo de ellas.
Las hojas huelen a pimienta y las flores huelen a mostaza, lo más utilizado para la producción de la mostaza son sus semillas marrones.
En la cocina se usan las hojas para mezclarlas con ensaladas verdes, de remolacha, zanahorias, patatas, tomates, verduras al vapor, embutidos y fiambres.
Las semillas machacadas, sirven para preparar aceite aromático (igual como se hace con las hierbas y los ajos). Se vende ya preparada, en polvo o molida.
Es muy conocida la mostaza francesa (Dijon Borgoña), la inglesa (es más clara y picante) y la alemana (más oscura y suave), su uso culinario es para acompañar las carnes rojas, de cerdo, salchichas, en salsas, mayonesas, de mantequilla.
Existen dos variedades de mostaza, la blanca y la negra.
Las semillas tienen propiedades estimulantes de las diferentes funciones corporales, en especial son excelentes como laxante suave y estimula la digestión y el apetito.
Se recomienda su consumo, sea en polvo o en semillas directamente.
Para las personas que sufran sequedad del vientre, como también para aquellas que tengan estreñimiento crónico, se aconseja consumir una cucharada de semillas de mostaza en ayunas por siete días continuados y descansar la mínima cantidad de días, repitiéndo el procedimiento por tres veces.
Las semillas de la mostaza negra brindan una gran ayuda en baños calientes externos para calmar dolores reumáticos y musculares.
Fuente: Prensa Latina Las Vegas