Esta hermosa planta es conocida y usada en todos los países del mundo y en variadas formas.
El anís (Pinpinella anisum, L.) es dulce, digestiva, estimulante del apetito y muy buena para la circulación de la sangre, problemas del hígado y tiene grandes propiedades expectorantes.
Las hojas frescas son una delicia en las ensaladas. Las Semillas y el aceite que se extrae de ellas son la base de todas las bebidas que tienen el sabor anisado en el mundo.
El aceite de anís es utilizado comercialmente en la perfumería, manufactura de tabacos y una serie de productos químicos y de farmacia.
Tiene propiedades digestivas reconocidas y comprobadas científicamente, es antiespasmódico y antiflatulento (contra los gases), bueno para tratar problemas digestivos, especialmente para tratar la digestión.
Con un tratamiento prolongado con semillas de anís se puede eliminar la acumulación de gases en el intestino y estómago, pues ayuda enormemente a ventosear.
Es bueno para aumentar la leche materna en época de lactancia (madres que amamantan), es rico en minerales como el calcio, fósforo, hierro, magnesio, potasio, sodio y cinc.
Forma de uso
Tiene propiedades carminativas, estomacales, antiespasmódicas y sedantes, la cantidad recomendad es de una o dos cucharadas de semillas de anís que se echan sobre agua hirviendo, se tapa el recipiente por 5 ó 10 minutos y la infusión está lista para ser aprovechada.
Este preparado es bueno contra los gases, cólicos del vientre, para el mal aliento, dolores de garganta y aumenta la leche materna, se toman dos o tres tazas por día.
Una cucharada molida de anís en una taza de agua hervida o en leche caliente corta el hipo.
Es excelente para casos de catarros, resfríos, gripes o ingestión en las criaturas.
Fuente: Prensa Latina Las Vegas