Hoy día 16 se celebra el Día Mundial de la Alimentación. Este día nos recuerda que es necesario acabar con el hambre en el mundo, aunque, en los denominados países del primer mundo, el problema es otro, aunque no menos grave: “No saber comer”.
Cada vez son más los expertos que avisan que uno de los grandes retos a los que se enfrenta la sociedad actual de los países del primer mundo son los hábitos alimenticios incorrectos que generan, problemas de salud como diabetes, hipertensión, etc.
Educar desde la infancia en hábitos saludables de salud, siendo de importancia central los hábitos saludables en la alimentación; para ello la figura del profesional Naturópata ha estado en todo momento educando en hábitos saludables en la alimentación natural, inculcando hábitos alimentarios saludables entre la población. Hábitos –hecho éste que está comprobado que se adquieren durante la infancia y juventud y perduran a lo largo de toda la vida.
Un reciente trabajo del Ministerio de Sanidad, “Ganar salud en la escuela. Guía para conseguirlo” indica que el ámbito escolar es el idóneo para la promoción y educación para la salud y, según la Organización Colegial Naturopática FENACO, el profesional Naturópata tiene aquí una labor importante.
El profesional Naturópata, gracias a su formación y visión holística de la salud, es capaz de transmitir a la población la necesidad de mantener hábitos de vida saludables –evitar las drogas o el alcohol– así como para inculcar la necesidad de interiorizar otros que en el futuro pueden evitar problemas de salud a través de un uso alimentario correcto. El ejercicio habitual, junto a una alimentación sana, son los mejores aliados para limitar el sobrepeso, por ejemplo, que puede provoca ictus, infartos, diabetes, elevado colesterol, algunos tipos de cánceres, etc.
Además, del hecho salutogeno de la alimentación natural, también está el aspecto económico; es decir llevar un equilibrio alimentario natural y racional conlleva un ahorro económico, a la vez que también supone un hecho solidario al reducir nuestro consumo artificial de alimentos empujado más por la publicidad que por las necesidades reales alimenticias.
El Día Mundial de la Alimentación, proclamado en 1979 por la Conferencia de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), coincide con la fecha de fundación de la FAO en 1945. En 1980, la Asamblea General respaldó la conmemoración de este día por considerar que “la alimentación es un requisito para la supervivencia y el bienestar de la humanidad y una necesidad humana fundamental” (resolución 35/70, del 5 de diciembre).