La Organización Colegial Naturopática FENACO, en el marco de la Jornada de Naturopatía Andalusi a celebrar el próximo día 28 en Granada, va a rendir homenaje a la obra del maestro espagiristaYabir, impulsor de la espagiria andalusi y pionero en la elaboración de productos espagiricos. Y para conocer al personaje presentamos unas breves notas biográficas, cuya pretensión es un acercamiento a su vida y obra.
Manuel Villar y Gil que tras su conversión al Islam, adoptó el nombre musulmán de Yabir, nació en Jaén el 29 de Marzo de 1953, de familia muy relacionada con el mundo de la medicina, siendo su padre un prestigioso oftalmólogo. Sintió desde muy joven una atracción muy profunda por el conocimiento de las causas ocultas de la Naturaleza y de la Vida, lo que hizo que, desde muy temprano, se sintiera especialmente atraído por la antigua Alquimia, así como por las culturas y formas de pensamiento que se han ocupado de romper el velo de las apariencias y buscar las razones ocultas del mundo fenoménico; entre estas culturas, tuvo especial predilección y estudió en profundidad el antiguo saber de Egipto.
Ya de joven estudió Filología semítica, considerando que en estas antiguas lenguas y sus culturas, encontraría las claves del “Saber Primordial” que buscaba. Posteriormente inició los estudios de Medicina, siguiendo la tradición familiar, estudiando todas aquellas materias que le ayudaban a profundizar en su visión alquímica y, por lo tanto, unitario enfoque del Universo y del Hombre. Se dio cuenta de que la medicina académica de occidente no respondía a su necesidad de armonía coherente entre el hombre y el Cosmos.
Abrazó el Islam al morir su padre y tomó el nombre de Yabir, tal vez en honor de uno de los más grandes alquimistas de la Historia de la Alquimia, que se llamó Yabir Ibn Hayyan, que fue, también, gran filólogo y estudioso de los aspectos esotéricos del árabe y de las lenguas en general.
Terminó la licenciatura y el doctorado en Filología Semítica en la Universidad de Granada, siendo su tesina un estudio sobre la medicina y la magia en Argelia. Su tesis doctoral versó sobre distintos aspectos de la Alquimia. Fue profesor de Civilización española en Argel y bibliotecario de la Facultad de Medicina en Granada. Posteriormente realizo estudios en Alemania sobre métodos alternativos de sanación.
Tras profundas investigaciones sobre la medicina de la época del Al-Andalus, basados en el estudio de textos médico-alquímicos musulmanes conservados en la Biblioteca del Escorial, decidió fundar su escuela y laboratorio Sothis, dedicado al estudio, práctica y enseñanza de la antigua medicina-alquímica del al-Andalus.
En su camino bebió de diversas fuentes, conociendo personalmente y recibiendo enseñanzas de Eugéne Conseliet, que fue el discípulo directo del maestro Fulcanelli, considerado un Adepto y el más grande alquimista del siglo XX.
Yabir, gracias a su profundo conocimiento del árabe clásico, así como del hebreo y arameo, estudió a los principales filósofos musulmanes medievales, especialmente los que bebían de fuentes pitagóricas y neoplatónicas y, que podemos considerar dentro del pensamiento hermético. Estudió fundamentalmente a Dul Nun el Misri, Ibn Masarra y, al filósofo, alquimista y médico nazarí del siglo xv llamado Abu Ismael Abdullah ash Shamsi, el cual constituyó una de las fuentes principales de su pensamiento y, cuyas obras tenía el proyecto de traducir al español, trabajo lamentablemente truncado por su pérdida.
Estudió también con gran profundidad, la obra de Ibn Arabí de Murcia, que tal vez sea el más grande místico y gnóstico sufí del Al Andalus y, del que le interesaba, particularmente, los secretos del alifato y de los Santos Nombres de Allah.
Debidos a todos estos estudios pudo recuperar la tradición terapéutica de los Hakim andalusíes, tanto en su aspecto espagírico y de laboratorio, como teúrgico, en la que esta tradición tiene del estudio del poder de la Palabra, la Escritura y los Nombres Divinos.
No anclándose en el pasado, emprendió nuevas investigaciones, tanto en Espagiria de laboratorio, como en lo estrictamente filosófico; pudiendo hablar, por ejemplo, en Espagiria, de la elaboración espagírica de los elixires florales del doctor Bach. Así como la recuperación y absorción del verdadero oro potable según los alquimistas de Felipe II y, la elaboración de un sistema de 28 esencias realizadas con una combinación adecuada de oro y plata espagíricos, en resonancia con las 28 fases lunares y las 28 letras del alifato y por lo tanto con los 28 aspectos del Alma del Mundo y los fenómenos asociados a ellos. En filosofía, propiamente dicho, es de sumo interés su versión a la lengua árabe de las llamadas “tablas del Rey Salomón” adaptadas al hebreo y, de gran utilidad, tanto en teurgia como en el conocimiento de las relaciones ocultas entre los fenómenos.
Fuente: webislam