Si los Profesionales Naturópatas queremos vernos como profesionales de salud independientes, el confiar sólo en marcos conceptuales de otras disciplinas implica una falta de autogobierno, de autodirección, y en ultima instancia de autonomía profesional. Para que los Profesionales Naturópatas justifiquemos nuestras reclamaciones de ofrecer un servicio singular y de carácter autónomo, dentro del marco de las Ciencias de la Salud, a la sociedad, tenemos que tener un marco conceptual claro, explícito y específico de la Naturopatía.
En los últimos años, los dos aspectos en que la Naturopatía contemporánea está centrada en profundizar son: la autonomía profesional (la Naturopatía es una disciplina de carácter autónomo dentro del marco de las Ciencias de la Salud), la identificación (La Naturopatía no es una método alternativo ni una terapia natural es una disciplina científica) y profundización en el cuerpo de conocimientos propios de la Naturopatía, rompiendo con la tradicional dependencia del modelo médico – terapéutico.
Para ser un buen profesional Naturópata tener conocimientos actualizados es indispensable, pero no suficiente. Para ser un buen Naturópata hay que ser, ante todo, un autentico Profesional Naturópata. Una definición simple de profesionalismo diría: “Actitud que identifica a un profesional”. Siendo, por tanto, las características básicas del Profesionalismo Naturopático, las siguientes:
- Adquirir y aplicar conocimientos y habilidades
- Compromisos de competencia, honestidad….
- Ejercer siguiendo un Código deontológico
- Autorregularse
- Servir al bién común
La profesión Naturopática, a través de la historia, se ha caracterizado por la capacidad para responder a los cambios que la sociedad ha ido experimentando y en consecuencia, a las necesidades naturales de salud que la ciudadanía ha ido demandando.