Cada día, estamos expuestos a una serie de pesticidas, aditivos y sustancias químicas que afectan nuestro cuerpo. Para agravar la situación, nuestro agitado ritmo de vida e inadecuados hábitos de alimentación y descanso contribuyen a la acumulación de toxinas en el organismo. Así, sin notarlo, todo lo que comemos, tocamos, e incluso lo que respiramos se convierte en una fuente potencial de tóxicos que, a la larga, nos generarán problemas de salud de diversa índole.
Pero no te alarmes. No todo está perdido. Hay maneras de trabajar en este problema partiendo de lo más elemental: nuestra dieta. Talía Lanata, naturópata y especialista en alimentación natural y plantas medicinales, te brinda algunos consejos muy fáciles de aplicar: “Lo primero es evitar el consumo de alimentos refinados, procesados e industriales y concentrarnos en nutrirnos de alimentos vivos, más pegados a la tierra, en su estado más natural”.
Asimismo, hábitos tan simples y cotidianos como la hidratación y la actividad física sirven también para desintoxicarnos: “Es fundamental hidratarnos, ¡somos 70% agua! Debes empezar tu día con un gran vaso de agua y jugo de limón, consumir verduras en cada comida, y hacer mucho ejercicio. Es muy importante mantenernos activos para que nuestro cuerpo se depure”, afirma la experta.
Los beneficios.Quienes aprenden a ‘limpiar’ su cuerpo mediante los alimentos pueden ver rápidamente los efectos benéficos de esta práctica. Según la especialista, lo más importante es que ayudes a que el cuerpo se depure óptimamente para que queden menos residuos tóxicos en él.
De hecho, según la Organización Mundial de la Salud, la contaminación ambiental es hoy una de las principales causas de enfermedad. Por primera vez en la historia de la humanidad estamos sometidos a unos niveles de toxicidad mayores de lo que el organismo es capaz de soportar.
“Se debe generar conciencia de esto. Ayudar a que las personas tomen mayor contacto con sus cuerpos. Vivimos en un mundo lleno de tóxicos y no podemos seguir ignorando esto, debemos volvernos consumidores más conscientes e inteligentes. Tenemos el gran poder de cambiar la industria alimentaria y esto vendrá de nuestras elecciones, de acuerdo a la demanda que exista por productos más naturales y saludables para nosotros y para nuestro planeta”, puntualiza Lanata.