La Naturopatía se desarrolla como ciencia y como profesión, pero todo cambio, y aún más, toda consolidación tiene que ir respaldada por un desarrollo teórico (que le da sentido y metodología), así como por un desarrollo práctico (que la hace útil y funcional).
La Naturopatía como ciencia exige destrezas intelectuales, interpersonales y técnicas que se aplican basada en el método científico, con carácter teórico-filosófico que guía y fundamenta cada uno de sus componentes, soportado por investigaciones que regulan la práctica profesional Naturopática.
La ciencia Naturopática cuenta con teorías y modelos que le proporcionan el marco teórico necesario para perfeccionar su práctica diaria, a través de la descripción, predicción y control de los fenómenos.
La Naturopatía como área del saber humano de carácter práctico consiste en un conjunto organizado de conocimientos abstractos, avalados por la investigación científica y el análisis lógico.
La formación del Profesional Naturópata está basada en fundamentos científicos, técnicos, humanísticos y éticos que le permiten desempeñar su ejercicio con calidad y conciencia profesional. Durante su formación adquiere conocimientos, habilidades y atributos para ejercer la Naturopatía con profesionalidad y profesionalismo.
La Profesión Naturopática exige, además de una competencia profesional, una profunda dimensión ética plasmada en la ética profesional que se ocupa de los deberes que surgen en relación con el ejercicio de la Naturopatía.
Así pues, deducimos que los dos compromisos fundamentales del Profesional Naturópata son:
En primer lugar, tener los conocimientos teóricos – prácticos necesarios y suficientes para ofrecer Servicios Profesionales de Naturopatía de calidad. Estos se adquieren por medio del estudio y aprendizaje de los contenidos teóricos –prácticos, siendo estos imprescindibles.
Pero enseguida, y de forma simultánea, se llega a se Naturópata –y no sólo a saber Naturopatía- cuando a través de la vida profesional del Naturópata se es capaz de enseñar, de transmitir con la propia actitud, lo que implica ser Naturópata. Y al decir “actitud” queremos decir compromiso; cualquier labor humana llevada a cabo con conocimiento, compromiso y entrega vocacional, es capaz de generar en el otro ese mismo compromiso y participación – colaboración en su proceso de salud, y en ello consiste el aprendizaje afectivo. Y es ese aprendizaje afectivo básico el que después fundamentará y permitirá otros tipos de aprendizaje teóricos y técnicos. Pero esa base afectiva original será la que perfile y determine todo aquello que después, en un futuro, el Naturópata llegará a ser.