ATA pide que los trabajadores por cuenta propia coticen por formación al igual que los trabajadores por cuenta ajena. Esta cotización será del 0,1 % sobre las bases de cotización en aquellos autónomos sin asalariados a su cargo y del 0,7% sobre las bases de cotización para aquellos trabajadores por cuenta propia que tengan asalariados a su cargo. Esta medida supondrá un coste aproximado de 10€ al año en el primer caso y de 65 € anuales para los autónomos con asalariados.
Con esta cotización serán más de 300.000 los trabajadores autónomos, incluyendo la formación de demanda, los que podrán formarse anualmente frente a los poco más de 5.000 autónomos que lo hacen en el sistema actual. Desde ATA creemos que el esfuerzo está perfectamente justificado ya que solo la subida de 1% sobre la base mínima de cotización que se ha producido en 2015 supone para el 87% del colectivo un incremento de 90 € de media por autónomo.
Por otro lado desde ATA manifestamos nuestro total acuerdo con la reforma del modelo de formación que está abordando el Gobierno basada en la concurrencia competitiva, donde el papel en la gestión e impartición de las acciones formativas se circunscribe exclusivamente a los centros y entidades de formación sin la participación de patronal, sindicatos, organizaciones de autónomos y economía social. De esta forma se refuerza la transparencia del uso de los recursos públicos y una mayor eficacia que adecue la formación de los trabajadores a las necesidades de los mismos. Un sistema que ha de estar sostenido por los fondos provenientes de las cuotas de formación que han de aportar trabajadores y empresas.
Por último, tal y como se recoge en la Reforma Laboral, ATA solicita que se cumpla lo estipulado por la Reforma y las organizaciones de autónomos participen en el diseño y planificación de la formación destinada a los autónomos atendiendo a las singularidades del colectivo.
Para José Luis Perea, director de Formación y PRL de ATA, “la formación de los trabajadores autónomos tiene que dejar de ser una limosna para convertirse en un derecho fundamental tal y como recoge el Estatuto del Trabajo Autónomo asimilándonos con la cotización a las mismas oportunidades de mejora de la competitividad que tienen los asalariados.”