La Naturopatía, una profesión que ha sabido reorientar su actividad con el paso de los años y que sigue siendo un elemento necesario en la sociedad actual… merece nuestra consideración. Estamos dando pasos para hacernos más visible a la sociedad, a la cual nos debemos como profesionales Naturópatas, esforzándonos para ganar su confianza, demostrando que sabemos lo que hacemos.
En los últimos años estamos asistiendo con orgullo profesional al crecimiento que nuestra disciplina está teniendo en la sociedad, y por ende en lo académico, ya que la exigencia formativa va en aumento tanto a nivel cuantitativo como cualitativo. La sociedad exige Naturópatas mejor y bien formados en el ámbito de sus competencias.
El compromiso ético de la profesión Naturopática con la sociedad se asienta en principios y valores éticos que han sido transmitidos y renovados de generación en generación hasta llegar a nuestros días. Los valores de la Profesión Naturopática configuran el fundamento de la identidad del colectivo profesional, son las normas de actuación aceptadas por el conjunto de la profesión y proporcionan un marco para la evaluación de las actitudes y creencias que influyen en el comportamiento. La identidad profesional confiere unidad al grupo, facilita y genera un sentido de pertenencia al nuevo Naturópata que se une al colectivo y permite reconocer el pasado de la profesión y proyectarla hacia el futuro.
Por el sentimiento que tengo de pertenecer a una de las profesiones con más arraigo histórico, con más contenido y que mejor se han sabido adaptar a los cambios….ME SIENTO ORGULLOSO DE SER NATURÓPATA.