En mis primeras semanas de comenzar la formación de Naturopatía en la Universidad de Bastyr, conocí un principio Naturopático fundamental, Tolle Causam, o “Tratar la causa subyacente”. Si bien el concepto parecía tener mucho sentido, por supuesto, mis pacientes mejorarán cuando trato la fuente raíz de su enfermedad: en la práctica, la identificación de la (s) causa (s) subyacente (s) para aquellos con problemas de salud complejos y de larga evolución demostró ser un gran desafío. Tratar a las personas que viven con dolor crónico rápidamente amplió mi horizonte de aprendizaje y amplió mi comprensión de Tolle Causam para incluir las capas multifacéticas de influencias bioquímicas, ambientales y experienciales que se manifiestan como dolor.
Los Naturópatas (ND) están bien posicionados para servir como “primeros auxilios” a la epidemia de dolor crónico, basada en nuestra capacitación sanitaria única que abarca una comprensión de los métodos diagnósticos tradicionales y la farmacología, junto con una capacitación integral en terapias naturales como la nutrición clínica, la medicina herbal , homeopatía, asesoramiento y medicina física. Los estudios de investigación demuestran además que los tratamientos Naturopáticos en comparación con los tratamientos médicos muestran un alivio del dolor similar o mayor, con un aumento de la calidad de vida y menores costos de atención médica.
El dolor es quizás una de las experiencias personales más profundas en la medicina que puede consumir la mente, el cuerpo y el alma. Los descriptores como “agudo” o “crónico” y las escalas de calificación de 1 a 10 a menudo no alcanzan el impacto y la carga emocional que el dolor crónico puede tener en una persona, su familia e incluso nuestra sociedad. Si el papel del dolor es señalar el peligro y atraer algo importante a nuestra atención, cuando esa señal se vuelve crónica, a menudo representa un factor estresante no resuelto en el sistema musculoesquelético, inmune, endocrino o nervioso.
Cuando se descubren las raíces del dolor crónico, una historia de trauma es a menudo el núcleo. La estructura de nuestro sistema de salud actual deja poco espacio para desentrañar la compleja relación entre el dolor crónico y la vergüenza, la culpa, el miedo y el dolor que a menudo se guardan en la memoria del tejido musculoesquelético lesionado. Un enfoque Naturopático para apoyar y tratar a las personas que viven con dolor crónico será tan variado y diverso como las historias de origen relacionadas con su trauma físico o emocional no resuelto. Un enfoque de tratamiento de múltiples niveles que entrelaza una presencia compasiva y curativa con el conocimiento de las secuelas bioquímicas del estrés crónico tiene el potencial no solo de aliviar el sufrimiento actual del paciente, sino también de mejorar la resistencia frente a futuros eventos estresantes.
Plan de tratamiento Naturopático para el dolor crónico:
1. Inflamación: ante el estrés crónico, el sistema inmunológico produce citoquinas proinflamatorias que pueden causar daño a los tejidos y bloquear el progreso de la curación. Al introducir una dieta desinflamatoria (similar a la dieta mediterránea), las hierbas desinflamantes como la cúrcuma y la boswellia, junto con los ácidos grasos omega-3 que se encuentran en los peces salvajes de agua fría, pueden modular la respuesta inmunitaria a favor de mediadores celulares que se relajan la cascada inflamatoria.
2. Equilibrar el eje HPA: el eje hipotálamo-hipófisis-suprarrenal es particularmente sensible a las impresiones tempranas de traumas que ocurren en la infancia (eventos adversos de la infancia o ACES). Los estresores que aparecen más tarde en la vida pueden volver a despertar esas vías y bañar al cuerpo con hormonas de “lucha o huida”, como la adrenalina y el cortisol. Las hierbas adaptógenas como la ashwagandha, la albahaca santa, el eleutherococcus y el cordyceps pueden ayudar a regular la salud suprarrenal, especialmente cuando se combinan con prácticas de relajación como el yoga y la meditación diaria.
3. Restaurar el espíritu: un enfoque verdaderamente holístico del dolor crónico abrirá un camino para que el paciente vuelva a conectarse con su sentido de propósito en la vida y el amor propio. Llegar allí puede comenzar con consejería, terapias energéticas como Reiki o tratamientos cráneo-sacros, terapia artística o terapia basada en la naturaleza.
Como proveedores e servicios de salud, nuestro éxito en el apoyo a las personas que viven con dolor crónico se derivará naturalmente de la forma en que cultivamos nuestra propia práctica de sentarnos con incomodidad. A menudo he notado mi propio impulso de querer “arreglarlo” o “simplemente hacer que el dolor desaparezca” con una miríada de herramientas Naturopáticas. El compromiso de cuidarse a sí mismo como proveedores de atención de salud es vital para mejorar los resultados del tratamiento para aquellos a quienes servimos. Cuando aprendemos a sentarnos compasivamente con la incomodidad y el dolor dentro de nosotros mismos, nuestras experiencias con los pacientes cambiarán, ya que estaremos modelando la medicina que estamos recomendando y transformando la cultura de la salud desde adentro.
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