Días grises, largas noches frías. No es de extrañar que mucha gente se ponga triste durante los meses de invierno. Para la mayoría de nosotros, los estados de ánimo oscuros van y vienen. Sin embargo, alrededor del 5 por ciento de los estadounidenses padecen trastornos afectivos estacionales (SAD, por sus siglas en inglés), una afección más grave que puede afectar las relaciones, el trabajo y la salud en general.
“Nadie sabe la causa real del trastorno afectivo estacional, pero generalmente ocurre en los meses de invierno cuando hay menos luz, especialmente en los climas del norte”, dice Amy Rothenberg, un Naturópata ND que ejerce en Enfield, Connecticut.
“Los principales síntomas son la depresión, la falta de interés en hacer cosas, retirarse socialmente, los antojos de carbohidratos, aumentar de peso … hay todo tipo de formas en que se manifiesta”.
Algunos expertos creen que la SAD se desencadena por la interrupción del ritmo circadiano (ciclo de sueño-vigilia) desde los días más cortos y las noches más largas. Eso puede afectar la liberación de hormonas, especialmente la melatonina que induce el sueño y la serotonina que eleva el ánimo.
El tratamiento médico estándar para el SAD incluye el uso de una caja de luz de espectro completo para compensar la pérdida de luz diurna, las terapias cognitivas de comportamiento y conversación y los antidepresivos.
Si bien muchas personas optan por la facilidad de una píldora, los estudios muestran que los antidepresivos más utilizados tienen aproximadamente la misma eficacia que un placebo. También vienen con efectos secundarios potenciales que incluyen aumento de peso y pérdida del deseo sexual.
“Evito las drogas si es posible y pruebo otros enfoques que funcionan bastante bien”, dice Rothenberg, Naturópata del Año 2017, por la American Association of Naturopathic Physicians (AANP). “Estas incluyen modificaciones en el estilo de vida, consumir una dieta saludable que incluya mucha fibra y algunos alimentos fermentados que son buenos para la conexión del cerebro con el intestino, caminar afuera a la luz del día y hacer ejercicio regularmente”.
Los suplementos dietéticos también pueden ser efectivos para ayudar a combatir la tristeza invernal. Aquí hay algunos recomendados por Rothenberg y otros expertos:
Vitamina D: La vitamina “sol” debe estar en la parte superior de la lista de todos, porque las personas que viven en áreas que reciben menos luz solar diaria tienden a ser deficientes en este nutriente vital. “La vitamina D está involucrada con tantas vías biológicas que afecta a casi todos los sistemas del cuerpo”, dice Rothenberg a Newsmax Health. “Encontramos que las personas con depresión tienden a tener niveles más bajos de vitamina D.”
Vitaminas B: estas vitaminas, especialmente el ácido fólico y B6, pueden ayudar con la depresión leve. Rothenberg señala que también mejoran la eficacia de los medicamentos recetados. “Si sus vitaminas B se encuentran en buenos niveles, es posible que pueda disminuir la cantidad de antidepresivos que toma y aún así tener un impacto positivo”, dice ella.
Hierba de San Juan: este remedio a base de hierbas se usa comúnmente para combatir los trastornos del estado de ánimo, pero tiende a funcionar durante semanas, no días. Los estudios demuestran que es tan eficaz como muchos antidepresivos. Tenga en cuenta que puede disminuir la eficacia de algunos medicamentos, como anticoagulantes, antivirales y píldoras anticonceptivas, por lo que debe consultar a su médico antes de usarlo.
SAM-e (S-adenosil-metionina): un compuesto natural que es vital para la función cerebral, SAM-e optimiza los niveles de las hormonas del “sentirse bien” serotonina y dopamina, y también hace que las células del cerebro sean más sensibles a ellas. Los estudios demuestran constantemente que la suplementación con SAM-e no solo supera a los placebos, sino también varios medicamentos para tratar diversos tipos de depresión, incluida la SAD. Es mejor cuando se toma con el estómago vacío en tabletas o cápsulas con cubierta entérica.
Aceite de pescado: Rothenberg llama a los ácidos grasos omega-3 que se encuentran en el aceite de pescado “mi complemento” para SAD. “Ayudan a mantener el equilibrio emocional y son buenas para cualquier queja neurológica”, agrega. Los ácidos grasos son beneficiosos para las membranas de las células cerebrales, un elemento vital para mantener niveles saludables de serotonina y otros neurotransmisores.
5-HTP: este neurotransmisor es un componente básico de la serotonina. Es tan efectivo que Rothenberg dice que no se debe tomar con antidepresivos porque podría ser “demasiado”.
“Si bien los suplementos pueden ser una buena herramienta para combatir el trastorno de afección estacional, las personas deben comenzar con modificaciones en la dieta, el ejercicio y el estilo de vida”, concluye Rothenberg. “También puede ayudar tomar unas vacaciones en un lugar soleado en el medio del invierno, si puede”.