Pero desde nuestros orígenes nos han llamado de diversas maneras en su mayoría son erróneas (medicina natural, terapia natural, medicina complementaria, medicina alternativa…..), puede ser por ignorancia y otras porque simplemente desconocen lo que somos o por querer desprestigiarnos y esto lamentablemente ha continuado hasta el día de hoy y para que estos errores de denominación dejen paso a la claridad conceptual de la Naturopatía, es importante que desde nosotros conozcamos realmente qué somos, para poder dar estos conocimientos hacia los demás.

La Naturopatía contemporánea se contempla y ejerce desde un punto de vista reflexivo y con una elevada responsabilidad al mismo tiempo que se está en el consenso de una terminología adecuada (y unificada con unos criterios comunes) para evitar la utilización de distintos lenguajes. Este lenguaje común permite el manejo de las mismas realidades científicas, académicas, profesionales y corporativas, a la vez que facilita la búsqueda de pruebas científicas para basar nuestros práctica profesional en coherencia con la evolución del conocimiento.

Los continuos cambios a los que afortunadamente se ve sometida la Naturopatía contemporánea, nos obliga a estar constantemente actualizados sobre las innovaciones científicas, técnicas, profesionales, la evidencia científica. Porque la Naturopatía avanza, los profesionales avanzamos con ella.

Asi pues es muy importante conocer nuestra identidad como Naturópatas, para así poder dar a conocer nuestra profesión a la sociedad. Aun que no todos los Naturópatas son conscientes de lo que son y pueden hacer, esa ignorancia hace que no podamos dar a conocer plenamente ante los demás a que nos dedicamos, que hacemos.