Vellai, T. (2009). Autophagy genes and ageing. Cell death and differentiation, 16(1), 94.
El envejecimiento en los filos animales divergentes está influenciado por varias vías de señalización conservadas evolutivamente, la actividad mitocondrial y diversos factores ambientales, como la disponibilidad de nutrientes y la temperatura.
Aunque el envejecimiento es un proceso multifactorial con muchos mecanismos que contribuyen a la disminución, la acumulación intracelular de proteínas y mitocondrias dañadas es una característica común a todas las células envejecidas.
La autofagia (autocomercio celular) – un proceso catabólico mediado por lisosomas de células eucariotas para digerir sus propios constituyentes – es una ruta principal para la degradación masiva de macromoléculas citosólicas aberrantes y orgánulos. De hecho, los estudios genéticos muestran que los genes relacionados con la autofagia son necesarios para la extensión de la vida útil en varios nematodos mutantes de larga vida y promueven la supervivencia en gusanos y moscas expuestos a la inanición prolongada.
Estos datos implican la autofagia en el control del envejecimiento. Además, los resultados en Drosophila demuestran que la promoción de la expresión basal del gen de la autofagia Atg8 en el sistema nervioso prolonga la vida útil en un 50%, proporcionando así pruebas de que la vía de autofagia regula la velocidad a la que envejecen los tejidos.
En esta revisión, se discuten los mecanismos moleculares por los cuales los genes de autofagia interactúan con las vías de longevidad en diversos organismos que van desde la levadura hasta los mamíferos.