MÉTODOS: En un ensayo controlado aleatorio, 90 recién nacidos prematuros en la unidad de atención neonatal de un hospital en Qom (Irán) fueron asignados aleatoriamente a intervención (canción de cuna y silencio) o grupos de control. La música de cuna se tocaba con auriculares a un volumen de 50–60 dB. En el grupo de silencio, se colocaron auriculares en los oídos de los bebés mientras no se escuchaba música. Los tres grupos fueron encuestados en busca de respuestas fisiológicas, incluyendo saturación de oxígeno , frecuencias respiratorias y cardíacas, y estados de comportamiento cada cinco minutos antes, durante y después de la intervención.

RESULTADOS: Los tres grupos no fueron significativamente diferentes en términos de valores medios de frecuencias respiratorias y cardíacas, saturación de oxígeno y estados conductuales de los lactantes. Del mismo modo, no se observaron diferencias significativas dentro del grupo en las frecuencias respiratoria y cardíaca, la saturación de oxígeno y los estados de comportamiento en diferentes momentos.

CONCLUSIÓN: Nuestros hallazgos no respaldaron los efectos beneficiosos de la música para los bebés prematuros. Sin embargo, la música es una intervención no invasiva, no farmacéutica y de costo relativamente bajo que se puede implementar al lado de la cama de los bebés. Por lo tanto, se justifica una mayor investigación para determinar si los efectos observados en estudios previos se pueden replicar consistentemente en diversos entornos y con diversos grupos de bebés prematuros.