El herpes zoster a menudo se considera una infección de los ancianos. Vemos comerciales en la televisión de la vacuna contra el herpes zóster, y todos los que están en la imagen tienen más de 60 años. Quizás el dolor del herpes zóster puede ser mucho más debilitante a esa edad, pero la realidad es que cualquiera que haya tenido varicela es susceptible al herpes zóster, independientemente de la edad que tenga.
El herpes zóster es una de las muchas cepas del virus del herpes que puede residir en un estado latente en el cuerpo humano. Como recordarás, otras cepas del virus del herpes pueden causar herpes labial y ampollas alrededor de la cara y la boca, herpes genital y varicela. Un niño que ha sido infectado con varicela desarrollará células inmunes en respuesta al virus y éste entrará en su estado latente dentro del sistema nervioso. Este virus se puede reactivar más tarde en la vida por una serie de eventos que produzcan un debilitamiento del sistema inmune o un estrés psicológico significativo.
El período en el que el virus se reactiva en el sistema nervioso y viaja a lo largo del nervio se denomina período de incubación. El herpes zóster generalmente infecta solo un nervio y solo en un lado del cuerpo. Durante este tiempo, es posible que sientas una sensación de entumecimiento, hormigueo, ardor o picazón a lo largo de la vía de ese nervio. Dependiendo de la fortaleza del sistema inmune, esto podría tomar de una a dos semanas y también puede presentar algunos síntomas similares a los de una gripe leve.
Poco a poco, la picazón y el ardor se vuelven más fuertes e incluso pueden volverse agudos como una sensación de puñalada. Se formarán protuberancias a lo largo del nervio, las cuales eventualmente se llenarán de líquido. Dependiendo del nervio involucrado, moverse puede ser doloroso, encontrar una posición decente para dormir puede ser difícil, e incluso la ropa puede desencadenar una respuesta nerviosa aguda.
Eventualmente, los bultos llenos de líquido se romperán y supurarán; esta es la fase más contagiosa de la infección. Las personas que nunca han tenido el virus de la varicela corren un mayor riesgo de infección, y lo mejor es mantenerse alejado de estas personas de uno a tres días. ¡Entonces, comienza el proceso de curación, el dolor disminuirá y el paciente se recuperará!
Todo este proceso infeccioso puede tomar alrededor de tres a cinco semanas si no se hace nada para acelerar el proceso o matar el virus. Se curará solo, pero siempre existe el riesgo de que el dolor del nervio pueda permanecer en el área durante meses en un proceso llamado neuralgia postherpética.
Entonces, ¿cómo podemos tratarlo?
El tratamiento farmacológico inmediato con antivirales recetados por un médico puede ayudar a reducir el dolor y la duración de la infección. La investigación sugiere que los medicamentos antivirales también pueden reducir el riesgo de la neuralgia postherpética si se implementan dentro de las primeras 72 horas de la infección. Para las personas de edad avanzada con un mayor riesgo de neuralgia postherpética o cualquier persona inmunodeprimida que esté sometida a quimioterapia o terapia del VIH/SIDA, ésta puede ser una opción adecuada.
Con base en mi experiencia como Naturópata ND, las siguientes son algunas de mis herramientas más efectivas para tratar el herpes zóster.
Manejo del estrés
Ésta es probablemente la parte más importante del plan de tratamiento, y variará dependiendo de la persona y sus factores de estrés. Por supuesto, el estrés se menciona anteriormente como desencadenante del brote de herpes zóster, lo que a menudo es suficiente para convencer a las personas de que disminuyan sus niveles de estrés. Para las personas que no pueden eliminar el factor estresante (por ejemplo, el trabajo, un ser querido), proporcionarle otros recursos para la energía puede ser muy útil. Los planes de ejercicios, las clases de baile, el arte y la música pueden ser una parte clave del manejo del estrés, así como los tratamientos de acupuntura, la terapia y las clases de meditación.
Todos sabemos que el azúcar no es bueno para nosotros, pero la mayoría de nosotros solo considera el efecto que el azúcar tiene en la circunferencia de nuestra cintura. En un nivel diferente, el azúcar afecta directamente al sistema inmune, al reducir la cantidad de células que limpian y eliminan los desechos (fagocitos) del sitio de infección. Durante un brote de herpes zóster, el sistema inmune se ha debilitado, y la adición de azúcar solo prolongará el brote y te hará sentir peor. Sin embargo, no todas las formas de azúcar son malas y las que provienen del consumo de frutas, con moderación, son aceptables.
Ejercicio moderado
El gimnasio es a menudo el último lugar donde las personas consideran ir cuando se sienten enfermos, ¡y definitivamente no deberías ir cuando todavía estás en la fase de contagio! Sin embargo, salir a caminar, subir escaleras, andar en bicicleta o cualquier forma de mantener el cuerpo en movimiento son factores importantes para estimular el sistema linfático y eliminar la infección. Los niveles de energía a menudo pueden ser bajos, y los niveles moderados de actividad te pueden ofrecer un impulso y una buena noche de sueño.
Inyecciones localizadas de vitamina B12
No todos los Naturópatas ND consideran que esto es una parte importante del tratamiento contra el herpes zóster, pero en mi experiencia clínica y personal, las inyecciones de vitamina B12 localizadas pueden proporcionar alivio del dolor en cuestión de horas. Por supuesto, esto depende de dónde se encuentre el brote de herpes zóster, ya que las inyecciones localizadas en el tronco y la cara pueden ser incómodas, pero son efectivas. La vitamina B12 juega un papel importante en la salud de los nervios y la formación de mielina, una capa protectora alrededor de los nervios que los aísla y los estimula rápidamente. Esto la convierte en un nutriente importante en el tratamiento de todos los trastornos relacionados con los nervios.
L-lisina
Para cualquier persona que sufre de herpes labial crónico, la lisina es un aminoácido importante con propiedades antivirales que se focalizan directamente en el virus del herpes. La investigación muestra que una proporción alta de lisina con relación a la arginina es favorable para frenar la replicación del virus del herpes y acelerar la recuperación. La mejor parte de la lisina es que no necesitas ingerirla en grandes dosis, e incluso puedes tomar una pequeña dosis todos los días para aumentar la inmunidad y prevenir futuros brotes.
Vitamina D
Todos sabemos que la vitamina D es esencial para todos los que vivimos en el hemisferio norte. Nuestro sol no es tan fuerte, nuestras horas de luz diurnas se reducen y solemos pasar la mayor parte de nuestros días en el ambiente interior de nuestros empleos. La vitamina D tiene implicaciones en la salud ósea, el equilibrio del estado de ánimo y el apoyo inmunológico, y juega un papel importante en la salud del cerebro y la función cognitiva. Una revisión sistemática publicada en 2017 demostró que los niveles bajos de vitamina D a lo largo de la vida aumentan el riesgo de demencia y la tasa de deterioro cognitivo más adelante en la vida. En el tratamiento a corto plazo del herpes zóster, la vitamina D puede no crear cambios notables, pero en general es una parte importante del fortalecimiento del sistema inmune y la prevención de la recurrencia.
Altas dosis de antioxidantes
Los antioxidantes son nutrientes que se encuentran en ciertos alimentos, que se sabe que protegen contra el daño en cualquier parte del cuerpo. Los antioxidantes pueden proteger los vasos sanguíneos en personas con presión arterial alta, el tracto gastrointestinal en personas expuestas a bacterias dañinas y el cerebro en personas con tendencia a la depresión. Se encuentran en las bayas, el té verde y ciertas verduras, y casi nunca se consumen en cantidades suficientemente altas en la dieta típica de América del Norte. Para alguien con herpes zóster, los antioxidantes se deben consumir en forma de suplemento para alcanzar la dosis recomendada más efectiva para curar la piel, reducir las cicatrices y proteger los nervios.
Las hierbas antivirales se pueden usar de muchas maneras; lo más común es en forma de té, pero tienen más potencia en forma de tintura líquida. Idealmente, una fórmula a base de hierbas se debe comenzar a tomar tan pronto como sea posible y seguir ingiriéndola durante la duración del brote, pero el programa de dosificación ideal dependerá de la gravedad del brote. Varias compañías profesionales venden fórmulas antivirales, pero estas son algunas de mis hierbas favoritas para manejar el herpes zóster:
a) Hydrastis canadensis (sello de oro)
b) Glycyrrhiza glabra (regaliz)
c) Achillea millefolium (milenrama)
d) Echinacea angustifolia (equinácea)
Al igual que con todas las cosas, el tratamiento del herpes zóster es diferente para cada individuo, y requiere el tiempo y el esfuerzo de un médico con experiencia para determinar la dosificación adecuada y la frecuencia de estos tratamientos. También es importante considerar las posibles interacciones con medicamentos convencionales, que pueden ser más prevalentes en una población de edad avanzada. Independientemente de la edad o el estado inmune de la persona, los tratamientos Naturopáticos son una opción muy efectiva, por sí solos o en combinación con los medicamentos antivirales.
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