Pääkkönen, T., & Leppäluoto, J. (2002). Cold exposure and hormonal secretion: a review. International journal of circumpolar health, 61(3), 265-276.
La temperatura ambiente baja durante las temporadas de invierno es típica de todas las áreas circumpolares. Esto establece demandas definidas para la vida diaria y el trabajo. Desnudo, el hombre está bastante indefenso en el invierno polar, pero ha podido habitar todos los rincones del planeta utilizando desarrollos técnicos en ropa y vivienda. Sin embargo, hay situaciones, especialmente en áreas circumpolares, en las que no se puede evitar la exposición corporal al ambiente frío.
Los animales homeotérmicos se protegen del frío aumentando la producción de calor y disminuyendo las pérdidas de calor. Por razones prácticas, el hombre tiene muy pocos medios para reducir la pérdida de calor por medios naturales.
El calor es producido por el trabajo muscular y por reacciones químicas. La fosforilación oxidativa de los combustibles dietéticos como los carbohidratos y las grasas aporta compuestos de fosfato ricos en energía, liberando al mismo tiempo calor para usos corporales.
Las hormonas tiroideas y suprarrenales y el sistema nervioso simpático mantienen y regulan la fosforilación oxidativa que ocurre principalmente en las mitocondrias de los tejidos del músculo esquelético y de la grasa marrón y blanca. Es de notar que los animales de los que se extirpan las glándulas tiroides o suprarrenales no toleran el frío.