A la vez que vamos cumpliendo años, nuestro requerimiento de nutrientes varían, los mismos deben de ser introducidos através de la alimentación, de este modo garantizamos un buen estado de salud mental, fundamental en esas edades, evitando el deterioro neuronal.
El 60% del peso del cerebro esta constituido por lípidos, siendo el 50% de la materia gris, ácidos grasos poliinsaturados (30% Omega3). Los lípidos portados a través de la alimentación, determinan la composición y el funcionamiento de las membranas celulares.
Una elevada proporción de ácidos grasos saturados y colesterol, proporciona una mayor rigidez y menos permeabilidad de estas membranas.
Alimentos aconsejados:
Alimentos ricos en ácidos esenciales y Omega3 ( aceite de oliva, nueces, aguacate, girasol (aceite o semillas de lino, chia), soja (semillas), almendras, germen de trigo, lechuga, espinacas, fresa, pepino, coles de Bruselas, coles, pescados azules (salmón, atún, caballa, arenque, sardinas, truchas), leche materna, valeriana, ajos, zanahoria.
Alimentos ricos en vitamina C (limón, naranja, fresa, kiwi, melón, tomate, brócoli, pimiento).
Alimentos ricos en vitamina E (germen de trigo, avellanas, aceite de girasol, almendras, cacahuete, aceite de oliva, manzana, espárragos, mango, aguacate, lechuga, espinaca.
Existen vitaminas asociadas al metabolismo de la homocisteina (aminoácido azufrado) derivado del metabolismo de la metionina) que en exceso crea neurotoxicidad.
Los alimentos ricos en vitamina B12 (te, sardina, caballa, atún, almeja, mejillón), B6 (naranjas, germen de trigo, levadura de cerveza, patatas, pescado azul, arroz integral, plátano), y acido fólico (patatas, pipas de girasol, espinacas crudas, nuez, castaña) regulan los niveles de homocisteina.
Hay que destacar, que el déficit de vitamina B12 y acido fólico aumenta el riesgo de apoptosis y muerte neuronal.
Introducir estos alimentos, nos permite disminuir el riesgo de padecer enfermedades que afecten al cerebro, con beneficios neuroprotectores y plasticidad neuronal, ayudando a la comunicación entre las células del cerebro y reduciendo el estrés oxidativo.
Si la persona, debido a la edad ya presenta dificultades por valerse por si misma, aparte de una correcta alimentación, requiere de paciencia, compresión y mucha dedicación, prestar atención si mastica bien los alimentos, de no dejar el plato u olla a su alcance para evitar posibles accidentes.
El ejercicio también es un apartado importante y puede proporcionar beneficios tanto al enfermo como al que lo cuida, intente escoger ejercicios agradables para el enfermo y con paciencia, permítale cierta independencia evite agobiar al enfermo con el excesivo control del mismo.
Francisco Acosta Zacarías.
Naturópata
Hipnoterapeuta
Personal Trainer.
Nutrición y dietética.
Colg. FENACO Nº 3240