El sistema craneosacro es un descubrimiento reciente en fisiología. Es un sistema hidráulico semicerrado envuelto en una membrana impermeable (la duramadre) que rodea el cerebro y la médula espinal. Una función importante es el líquido cefalorraquídeo (LCR), un líquido que se produce en el sistema craneosacro y que mantiene el entorno fisiológico en el que el cerebro y el sistema nervioso se desarrollan, viven y funcionan.
Normalmente, la producción y absorción de LCR dentro de la duramadre produce un aumento y una disminución continuos de la presión del fluido en el sistema craneosacro. El sistema hidráulico semicerrado se expande y contrae aproximadamente siguiendo esta fluctuación rítmica de presión. Este ajuste volumétrico evita un aumento excesivo de la presión dentro del sistema craneosacro. Si por alguna razón, el cuerpo no puede adaptarse a estas variaciones de presión, el aumento de presión resultante puede contribuir a la aparición de disfunciones y malas condiciones de salud, especialmente en el sistema nervioso central que se encuentra en los límites del sistema. craneo-sacro.
Antecedentes
Este campo de investigación se inició en la segunda década del siglo XX por William G. Sutherland, DO inicialmente se ocupó únicamente de los huesos craneales y el movimiento que presentan a nivel de las suturas craneales que representan las conexiones entre los huesos craneales. Se indujeron anomalías en el movimiento óseo y posteriormente se corrigieron mediante técnicas manuales.
(de manipulación). Pronto se desarrollaron técnicas de tratamiento para corregir el movimiento anormal de los huesos del cráneo.
Las primeras fases de exploración de la manipulación craneal fueron realizadas principalmente por osteópatas y quiroprácticos que formaron sociedades con el objetivo de estudiar y enseñar la técnica craneal. Estos pioneros estaban en desacuerdo con la comunidad científica en general, a menudo incluso con sus propios colegas, con respecto a un aspecto central del sistema craneal, el movimiento de los huesos craneales.
En la terapia craneosacral las fuerzas leves logran mejores resultados, es una paradoja frente a lo que comúnmente se cree y es que “si hay poco es bueno si es tanto es mejor”. Comparado con el sistema craneo-sacro, esto significaría que si una pequeña fuerza es útil para el sistema, una fuerza mayor debería ser aún más efectiva. ¡En cambio, no es así!
El objetivo del terapeuta craneo-sacro es ser lo menos intrusivo posible tanto en la fase de evaluación como en la de tratamiento. Dado que es inevitable ejercer un mínimo de invasión, el terapeuta debe aplicar la menor fuerza posible en la palpación y el tratamiento. Cuanto más te acerques al nivel de fuerza ideal, mejores serán tus resultados.
Qué es y sobre qué es particularmente eficaz
➤Movimiento del ojo
➤Disfunción del crecimiento del cráneo.
➤Dolores articulares
➤Problemas posturales
➤Migraña, dolor de cabeza, dolor crónico de cuello y espalda
➤Problemas motores y de coordinación
➤Autismo, trastornos infantiles
➤Trastornos del SNC Sistema nervioso central
➤Traumatismo craneal y daño a la columna
➤Fatiga crónica
➤Dificultades digestivas
➤Estrés, problemas de relación, ansiedad, depresión.
➤Problemas temporomandibulares
➤Estrés postraumático
➤Disfunciones posoperatorias y posteriores al embarazo
➤Neuralgia trigeminal
➤Trastornos oculares y auditivos
➤Trastornos del aprendizaje y del comportamiento en niños
➤Trastornos de los nervios craneales
Las tensiones pueden aliviarse no solo para la ansiedad y el estrés, sino también para quienes utilizan la voz como profesión. Muchas veces el problema es estructural y gracias a la terapia craneal es posible mejorar tanto la calidad de vida como el trauma existente. La técnica no es invasiva, consiste en toques muy ligeros.