Técnica Craneo-Sacral; por Sabina Sabia, Naturópata

Sistema cráneo-sacro

El sistema craneosacro es un descubrimiento reciente en fisiología. Es un sistema hidráulico semicerrado envuelto en una membrana impermeable (la duramadre) que rodea el cerebro y la médula espinal. Una función importante es el líquido cefalorraquídeo (LCR), un líquido que se produce en el sistema craneosacro y que mantiene el entorno fisiológico en el que el cerebro y el sistema nervioso se desarrollan, viven y funcionan.

Normalmente, la producción y absorción de LCR dentro de la duramadre produce un aumento y una disminución continuos de la presión del fluido en el sistema craneosacro. El sistema hidráulico semicerrado se expande y contrae aproximadamente siguiendo esta fluctuación rítmica de presión. Este ajuste volumétrico evita un aumento excesivo de la presión dentro del sistema craneosacro. Si por alguna razón, el cuerpo no puede adaptarse a estas variaciones de presión, el aumento de presión resultante puede contribuir a la aparición de disfunciones y malas condiciones de salud, especialmente en el sistema nervioso central que se encuentra en los límites del sistema. craneo-sacro.

Antecedentes

Este campo de investigación se inició en la segunda década del siglo XX por William G. Sutherland, DO inicialmente se ocupó únicamente de los huesos craneales y el movimiento que presentan a nivel de las suturas craneales que representan las conexiones entre los huesos craneales. Se indujeron anomalías en el movimiento óseo y posteriormente se corrigieron mediante técnicas manuales.
(de manipulación). Pronto se desarrollaron técnicas de tratamiento para corregir el movimiento anormal de los huesos del cráneo.

Las primeras fases de exploración de la manipulación craneal fueron realizadas principalmente por osteópatas y quiroprácticos que formaron sociedades con el objetivo de estudiar y enseñar la técnica craneal. Estos pioneros estaban en desacuerdo con la comunidad científica en general, a menudo incluso con sus propios colegas, con respecto a un aspecto central del sistema craneal, el movimiento de los huesos craneales.

La disciplina de la anatomía convencional enseñó que los huesos del cráneo son móviles solo en los bebés, por lo general se sueldan en los adultos. La controversia continuó hasta hace poco. A principios de la década de 1970, la Facultad de Medicina Osteopática de la Universidad Estatal de Michigan intentó resolver este contraste invitando a un grupo de investigadores con el objetivo de producir evidencia o refutar los principios subyacentes de las técnicas de manipulación. El concepto fundamental se refería al movimiento de los huesos del cráneo.

Al estudiar muestras frescas de huesos craneales, en lugar de muestras almacenadas químicamente que habían sido estudiadas previamente por otros investigadores, el equipo de la Universidad Estatal de Michigan demostró el potencial del movimiento de los huesos craneales. La microscopía de luz electrónica demostró la existencia, en el contexto de las suturas craneales, de vasos sanguíneos, fibras nerviosas, que evitarían que los huesos del cráneo se movieran entre sí.
Otros estudios realizados por el equipo de la Universidad Estatal de Michigan utilizando la transmisión de ondas de radio entre antenas unidas a las superficies expuestas de los huesos craneales de primates adultos vivos hicieron posible obtener mediciones precisas de la frecuencia y amplitud del movimiento de los huesos craneales.
 
Se aplican fuerzas ligeras
 

En la terapia craneosacral las fuerzas leves logran mejores resultados, es una paradoja frente a lo que comúnmente se cree y es que “si hay poco es bueno si es tanto es mejor”. Comparado con el sistema craneo-sacro, esto significaría que si una pequeña fuerza es útil para el sistema, una fuerza mayor debería ser aún más efectiva. ¡En cambio, no es así!

El objetivo del terapeuta craneo-sacro es ser lo menos intrusivo posible tanto en la fase de evaluación como en la de tratamiento. Dado que es inevitable ejercer un mínimo de invasión, el terapeuta debe aplicar la menor fuerza posible en la palpación y el tratamiento. Cuanto más te acerques al nivel de fuerza ideal, mejores serán tus resultados.

Qué es y sobre qué es particularmente eficaz

Es un sistema hidráulico semicerrado envuelto en una membrana impermeable que envuelve el cerebro y la médula espinal y realiza una función importante: la circulación y reabsorción del líquido cefalorraquídeo, producida para mantener un ambiente fisiológico saludable en el que el cerebro y el sistema nervioso, se desarrollan, viven y funcionan. El estrés, trauma, físico, emocional o causado durante el parto, alteran tanto el ritmo craneosacro como el bloqueo de los huesos craneales, con posibles problemas con:
 

➤Movimiento del ojo
➤Disfunción del crecimiento del cráneo.
➤Dolores articulares
➤Problemas posturales
➤Migraña, dolor de cabeza, dolor crónico de cuello y espalda
➤Problemas motores y de coordinación
➤Autismo, trastornos infantiles
➤Trastornos del SNC Sistema nervioso central
➤Traumatismo craneal y daño a la columna
➤Fatiga crónica
➤Dificultades digestivas
➤Estrés, problemas de relación, ansiedad, depresión.
➤Problemas temporomandibulares
➤Estrés postraumático
➤Disfunciones posoperatorias y posteriores al embarazo
➤Neuralgia trigeminal
➤Trastornos oculares y auditivos
➤Trastornos del aprendizaje y del comportamiento en niños
➤Trastornos de los nervios craneales

Las tensiones pueden aliviarse no solo para la ansiedad y el estrés, sino también para quienes utilizan la voz como profesión. Muchas veces el problema es estructural y gracias a la terapia craneal es posible mejorar tanto la calidad de vida como el trauma existente. La técnica no es invasiva, consiste en toques muy ligeros.