Una alimentación balanceada, actividad física y ayuno Azteca, así como otros recursos de relajación, como masaje y el temazcal, complementan el modelo de salud diseñado por el doctor mexicano Israel Ugalde.
La pandemia que azota a prácticamente todo el mundo ha obligado a millones de personas a voltear hacia sus propios hábitos: la mala alimentación, el estrés, la ansiedad y, en general, la poca consciencia que existe sobre la salud física y mental son problemas en los que ahora se repara más que nunca.
El doctor Israel Ugalde, fundador y CEO de Plenitud Azteca, trabaja en ello desde hace años, bajo la particular óptica ancestral de la Naturopatía Azteca.
La herbolaria precolombina, que en la civilización Azteca está enriquecida por el conocimiento de más de 35,000 plantas, cuya efectividad es reconocida a nivel mundial, fue el primer paso para que el emprendedor lograra diseñar un modelo y programa formal de desarrollo humano.
La alimentación balanceada, la práctica de la actividad física y del ayuno Azteca, así como otros recursos de relajación, como el masaje y el temazcal, complementan el modelo de salud que Ugalde ha llevado a una diversidad de entornos: colaboradores de grandes corporativos, inmigrantes, estudiantes y presos.
Para el creador de Plenitud Azteca, se trata de “mejorar de forma incuestionable la calidad de vida de las personas, optimizando su productividad laboral en las empresas, humanizándolas al mismo tiempo que los trabajadores logran sentirse plenos”, asegura.
Desde su fundación, en 2014, el impacto social, cultural y de salud que integra una plataforma como Plenitud Azteca no han pasado desapercibidos.
Ugalde y un equipo de especialistas en diferentes ámbitos relacionados con el desarrollo humano establecieron un plan que incluye la creación de centros de salud que lleven este modelo a diferentes ciudades de la República.
Bajo el mismo objetivo de inclusión, se constituyó la Fundación Internacional Unidad Humana, que busca que los programas puedan acercarse a instituciones públicas, entre los cuales se incluyen centros educativos y reclusorios en el país.
Estos esfuerzos le han valido, al fundador de Plenitud Azteca, múltiples reconocimientos, que este año suman el Doctorado Honoris Causa “por su prestigiosa labor, excelente desempeño y destacado liderazgo como Médico Naturópata y empresario en favor del país”.
El reconocimiento es otorgado por el pleno del Congreso Multidisciplinario de la Investidura de Doctorados Honoris Causa del Claustro Mundial Universitario, la Dirección de Estudios Superiores y Posgrado y la Dirección de Relaciones Internacionales, bajo los estatutos que marca la Dirección de Protocolo, el Cuerpo Colegiado, el Comité Académico y su Consejo Mundial.
Asimismo, está respaldado por Organizaciones Culturales Mundiales Sociales con representación en 182 países, y con reconocimiento ante la Secretaría de Educación Pública y la Universidad Nacional Autónoma de México.
Previamente, Ugalde fue investido con el Premio Nacional de Excelencia Profesional, por su labor relacionada con la difusión de la civilización Azteca.
Estos reconocimientos no sólo representan un impulso para mantener viva la sabiduría de la civilización Azteca en salud alternativa y la filosofía del bien-ser, que incluye conceptos, principios y valores universales con los que se puede alcanzar una realización personal bajo cualquier época y ante los retos más complejos.