La Organización Colegial Naturopática ha llevado un intenso proceso de autorregulación desde la doble vertiente deontológica y de la normopraxis

El término latín compromissum se utiliza para describir una obligación que se ha contraído; en ocasiones es una promesa o una declaración de principios. Por otra parte, la ética, del latín ethicus, es la rama de la Filosofía que se ocupa del estudio racional de la moral, la virtud, el deber, la felicidad y el buen vivir.  El profesional Naturópata ofrece Servicios Profesionales de Naturopatía también con un compromiso ético.

Por consiguiente, el compromiso ético es una exigencia con uno mismo; implica esforzarse siempre por ser una mejor persona y tener la decisión interna y libre de asumir actitudes que contribuyan a la realización personal y comunitaria del ser humano; significa el propósito de generar lo que podemos llamar el entorno ético y la decisión firme de superar aquellas situaciones que, en lo personal o comunitario, se oponen a la realización plena del ser humano en todas sus dimensiones.

La Organización Colegial Naturopática ha llevado un intenso proceso de autorregulación desde la doble vertiente deontológica y de la normopraxis, que están configurando una Naturopatía comprometida cuyo cometido se perfila con nitidez absoluta.
De esta forma dentro de los objetivos que pone en relación directa al Profesional Naturópata con la persona / salutante en un quehacer conjunto que no se queda en manos de la buena fe, sino que exige para su realización de un método consistente en:

1. Valorar y evaluar científicamente.

2. Basar sus intervenciones en principios de carácter humanístico, científico y ético.

3. Obtener resultados mediante la evidencia científica y utilizando recursos profesionales y tecnológicos adecuados.

Por consiguiente,
el Compromiso Ético en Naturopatía es un contrato
permanente consigo mismo hacia el perfeccionamiento
personal e institucional.
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