Pierre Valentin Marchesseau nació el 21 de marzo 1911 en Bizerta (Túnez), murió el 20 de diciembre 1994. Su interés por la salud natural le puso en contacto con los Naturópatas y grandes humanistas de su época, primero en los USA: Lutz, Mac Fadden, y en Francia: Cartón, Mono, el Dr. George Rouhet, Desbonnet Edmond, que le permitió continuar su investigación y desarrollo de su teoría sintética de la Naturopatía, que consiste en la integración de todas las técnicas de estos ilustres predecesores, el servicio de la restauración de la fuerza vital del paciente, lo que permite que el cuerpo pueda restaurar la salud de forma natural, esto es lo que llamamos el auto-sanación.
Y como de costumbre, debido a un problema de salud familiar le obligó a poner en práctica este conocimiento: su hijo condenado con un problema de leucemia se curó en 2 años. La efectividad del boca a boca hizo que acudieran muchos pacientes. Debido al éxito obtenido se vio obligado a viajar por Francia para tratar y difundir la Naturopatía y, después, a nivel internacional como parte de la Federación Mundial de Naturópatas (que incluía a 46 países en 1995).
P.V: Marchesseau es considerado como el padre de la Naturopatía tal como se enseña en Francia. Fundó la primera Facultad Libre de Naturopatía en Francia en 1935, donde se han formado casi todos los líderes de las escuelas de Naturopatía francesa
Marchesseau ejerció la Naturopatía durante 60 años, con entrega y vocación, investigando y aportando renovadas teorías y prácticas al Corpus Naturopáticum.
Los principios metodológicos y de intervención Naturopática propuestos por Marchesseau se basan en las tres etapas de la metodología de la intervención Naturopática (Principio de Kuhne), las 10 técnicas de salud y los 4 niveles ontológicos del ser humano.
La intervención Naturopática se lleva a cabo en tres etapas
- Desintoxicación (o limpieza): mediante la eliminación de las toxinas que sobrecarga el organismo
- Revitalización: recuperación de la vitalidad perdida, mediante la restauración de los distintos sistemas orgánicos.
- Estabilización: el equilibrio adecuado de las condiciones de vida personales.
La 10 tecnologías Naturopáticas, que pasa necesariamente por cuatro técnicas de salud principales, a saber:
- La nutrición o la ciencia de los alimentos
- Ejercicio o Biokinesia.
- Técnicas en materia de hidrología o el agua.
- La psicología.
Pudiéndose utilizar, según proceda, otras 6 técnicas de salud, que Marchesseau denomina “menores”.
- Manuales o Quirologia
- Plantas o Fitología
- Rayos solares o Actinología
- Gases o Pneumología
- Reflejos o Reflexología
- Magnetismo o Magnetología.
Los cuatro niveles que conforman el ser humano
- Físico
- Vital
- Mental
- Espiritual.
Las Leyes Naturópaticas
En 1970, P-V. Marchesseau junto con G. Jauvais intentan sistematizar los principios fundamentales de la Naturopatía estructurándolos en 24 leyes o principios que denominaron “Las Leyes Naturopáticas”:
Ley nº 1.- Ley del Dr. Robert Walter (Fuerza vital)
La materia viva está dotada de un instinto de conservación (y de reparación) que se llama “fuerza vital”, que no es ni química ni mecánica, sino de naturaleza biológica y cuyo éxito es proporcional a su energía. Las leyes vitales (o biológicas) se experimentan mediante procesos físico-químicos, pero escapan en ciertos aspectos al determinismo propio de la química y de la mecánica. La materia viva es capaz de reacciones que le son propias.
Ley nº 2.- Ley de YEO (Inteligencia de la fuerza vital)
La fuerza vital <>. Es inteligente. Por ejemplo, en un ayuno completo, el organismo reutiliza para alimentarse, por autolisis, los tejidos excedentes menos útiles; y escoge, a medida que el ayuno se prolonga, siempre en orden inversa de utilidad de los mismos. Este proceso esta regulado y nada puede alterarlo.
Ley nº 3.- La fuerza vital es de origen nervioso
La actividad nerviosa se ejerce libremente cuando el medio biológico (esto es, específico y natural) es armónico. Este equilibrio se manifiesta en todos los aspectos ( morfológico, biológico y psicológico). En caso contrario, lucha contra el “stress” viviendo en un medio anti-especifico y desnaturalizado; se gasta, y todo el organismo degenera, a pesar de las adaptaciones externas.
Ley nº 4.- Las dolencias vienen del “stress” del medio antibiológico (falsos alimentos, falta de aire puro, vivificante y limpio, de ejercicio racional, de sol; tensiones psiconerviosas, etc..) que perturban el funcionamiento armonioso de la fuerza vital. Esta se ocupa entonces de curar (esto es, de restablecer el funcionamiento) por medio de reacciones para restablecer el “desgaste”. Estas reacciones autocurativas, indispensables para prolongar la existencia del Ser, parecen, a primera vista, desordenadas, pero no es así. Representan los únicos medios y los caminos más ciertos para la cura.
Ley nº 5.- (Ley del biologista Louis KHUNE)
La dolencia profunda es general y no local; es una y está representada por el recargo humoral. Los humores son líquidos orgánicos (sangre, linfa y fluido celular); la toxemia es una masa de sustancias muertas, extrañas a la vida celular. La crisis es la reacción vital para eliminar los residuos tóxicos (depuración).
Ley nº 6.- El recargo humoral resulta principalmente de los desperdicios y residuos engendrados por los falsos alimentos humanos y por la enervación constante que paraliza las funciones de eliminación por el bloqueo, mas o menos parcial, de los emuntorios (riñón-vejiga, intestino, piel, pulmones). Secreciones digestivas, asimilación, eliminación reprimida hacen subir poco a poco el nivel toxínico hasta el punto de tolerancia, que es individual, y entonces se manifiesta la “crisis”.
Ley nº 7.- (Ley del Dr. Paul CARTON).
Todas nuestras dolencias clásicas son, en general, dolencias sintomáticas de defensa orgánica, dirigidas por la “fuerza vital” para depurar el medio intimo y curar.
Ley nº 8.- Toda terapéutica que reprima o suprima los síntomas de las dolencias de defensa, hace subir el nivel toxínico interno. La dolencia propiamente dicha crece, y, por ese hecho, tiende a agravarse. Ese agravamiento, esa acción represiva engendra una acción más violenta de la fuerza vital y provoca la recaída (muchas veces mas peligrosa) o una transferencia mórbida hacia otro órgano. Cuando la fuerza vital se desencadena, limita al mínimo los estragos y se acomoda lo mejor que puede a las “sustancias extrañas”. De hecho lucha con los venenos no expulsados, neutralizándolos (esclerosamiento) o almacenándolos (enquistamiento) lo mejor que puede. Finalmente cuando la fuerza vital es oprimida y dilapidada, la dolencia toma entonces el aspecto de evolución cancerosa, invasión microbiana, etc.
Ley nº 9.- La dolencia causada es una; esa unidad exige, igualmente, unidad de tratamiento. El tratamiento natural o método de salud (la palabra “tratamiento” es falsa) exige la desintoxicación en primer lugar, después la revitalización y, finalmente la estabilización. La desintoxicación opera por los emuntorios (naturales o artificialmente provocados) para expulsar las sustancias extrañas. Las curas de desintoxicación interesan principalmente a la piel, riñones, pulmones e intestinos. Esas curas son reguladas en función de la importancia de la fuerza vital disponible. El diagnostico es por tanto inútil. La revitalización tiene por objetivo compensar las carencias producidas por la toxemia.
Ley nº 10.- (Ley del Dr. TISSOT)
Los microbios no son las causas de las dolencias. Nacen por mutación de nuestras células. No hay organismos asépticos; existe una colección de microbios buenos, que evolucionan bajo la influencia nefasta del medio en que se encuentran En nuestros elementos celulares existen microbios o antiguos microbios que pueden tomar aspectos diferentes con las alteraciones humorales, variables conforme a las idiosincrasias. En otras palabras, bajo la influencia mas o menos nefasta de los venenos de los líquidos humorales que nos bañan, nuestros propios elementos histológicos rehacen en sentido inverso el camino de evolución ya recorrido. Vuelven a ser lo que eran en los albores de la Vida; virus, bacterias, etc. ( involución o regresión).
Ley nº 11.- (Ley del Dr. Heitor DURVILLE)
Todo organismo que se cura de su toxemia más o menos antigua, por medios naturales, va produciéndose mediante crisis de regresión. Tales crisis son las reproducciones inversas y atenuadas de las dolencias sintomáticas ya sufridas.
Ley nº 12.- (Ley del Sentido Somático, del Dr. James C. THOMSON o de la reserva vital SHARMA).
El único criterio del estado de salud es el que mide la vitalidad o la fuerza vital disponible. La vitalidad es, por tanto, la relación entre la masa de sustancias vivas del cuerpo y la masa de sustancias muertas, inertes o extrañas (a expulsar). A medida que la toxemia aumenta, la fuerza vital disminuye. E inversamente, cuando la toxemia es baja la fuerza vital es grande.
Ley nº 13.- Todo lo que lucha contra la fuerza vital y sus manifestaciones racionales, tiende a disminuirla. A mas alimentación tomada durante la dolencia, los medicamentos represivos de los síntomas, el miedo a morir, etc… son ejemplos de lo dicho.
Ley nº 14.- (Ley del Dr. Henry LINDLAHR)
Todo cuanto es introducido en nuestro cuerpo, o es utilizado o rechazado. lo que es utilizado es un alimento; lo que es rechazado s un veneno.
Ley nº 15.- (Ley del Dr. Russell Thacker TRALL)
Siempre que nuestro organismo realiza una acción, ella debe ser atribuida a una cosa inanimada (inerte). Tal acción desaparece con la muerte. las drogas no tienen efecto sobre los cadáveres. Los medicamentos tóxicos, que son venenos, no actúan en el organismo por sus famosos principios activos. Es el organismo que reacciona, a costa de un desgaste vital, para protegerse de esa agresión y para expulsar, a ser posible, las sustancias extrañas que va juntarse en la dolencia. Pero a veces sucumbe al peso de repetidas agresiones de medicamentos.
Ley nº 16.- (Ley del Dr. P.V. MARCHESSEAU)
La dolencia es una acción vital del cuerpo que se experimenta por descargas de superficie (dolencia de primer grado) y después, a medida que la “fuerza vital” disminuye, por eliminación a nivel de los órganos internos (dolencias de segundo grado) y, finalmente, por saturaciones sin eliminaciones (impregnación de los tejidos o dolencias de tercer grado).
Ley nº 17.- La dolencia es siempre una resistencia vital inteligente, en todos sus grados, durante la toxemia; es un estado anormal al que responde una acción vital correcta.
Ley nº 18.- La vida engendra la dolencia, todos los síntomas y microbios llamados patógenos desaparecen rápidamente, mejor, espontáneamente. Cuanto mas aguda es la dolencia, mas fuertes son las defensas vitales; cuanto mas crónica es la dolencia, mas débiles serán las defensas. La expresión de la “dolencia curativa” esta en proporción con el potencial vital; a la mas pequeña intoxicación los mas jóvenes tienen perturbaciones violentas (de superficie), lo cual es señal de una fuerte vitalidad (alto potencial). En contrapartida, los mas mayores pierden poco a poco las reacciones en sus órganos, lo cual es indicio de una vitalidad disminuida, casi inexistente (bajo potencial).
Ley nº 19.- Los medicamentos que calman, bajan y dilapidan el potencial vital. Paralizan los centros nerviosos mediante el recargo humoral. El dolor moderado (soportable) debe ser respetado.
Ley nº 20.- El órgano encargado de soportar la eliminación es el mas fuerte, lo cual no significa que no pueda estar sobrecargado, ni que no precisa del reposo funcional. La Naturaleza se encarga de ello, provocando emuntorios vicariantes (transferencia de eliminación para otro emuntorio). La Naturopatía deriva provocando la transferencia, con cuidado de que las sustancias ácidas de eliminación acaben por irritar los tejidos de contacto y por ocasionar lesiones hemorrágicas, mutaciones histológicas graves o terrenos propicios a proliferación bacteriana (involución celular).
Ley nº 21.- (Ley del Dr. G. JAUVAIS)
Es el elemento mas débil de la corriente orgánica mas fuerte que soporta el peso de la liberación toxínica (depuración humoral).
Ley nº 22.- La medicación antisintomática apenas modifica el aspecto de la dolencia, pero tiene una influencia sobre la toxi-sangre-linfa aumentándola. La dolencia que se agrava pasa de la superficie a los planos mas profundos del organismo y los tejidos se alteran por el orden siguiente: irritación, inflamación, catarros, induración, ulceración, tumefacción, cancerización, orden este que indica una perdida de fuerza vital. El despertar de esa fuerza se hace provocando las eliminaciones de superficie y pasando del estado crónico al agudo para curar, transformar la dolencia crónica de fondo en dolencia aguda de superficie, con la condición de que esta última sea biológicamente o vitalmente soportable por el enfermo.
Ley nº 23.- (Ley de la ortopatia del Dr. Isaac JENNINGS)
El alivio directo de la dolencia es provocar el regreso a una fisiología normalizada por una serie de depuraciones y, a falta de estas, por una neutralización de los residuos en los tejidos del interior del cuerpo. La dolencia es una acción correcta, siempre se dirige hacia un buen fin. El poder curativo es inherente a cada célula viva. Ese pode esta en función de la altura del potencial vital, menos los desgastes inútiles impuestos a la fuerza vital; en otras palabras: la agitación, la superalimentación, la fatiga, los medicamentos, etc…debilitan la fuerza vital. Durante la dolencia el organismo tiene necesidad de toda esa fuerza vital para combatir las sobrecargas humorales y detener su invasión.
Ley nº 24.- La noción de “remedio” es falsa. Se trata de la supervivencia de una superstición comparable a los amuletos del fetichero. El poder curativo está en nosotros (fuerza vital) y no en un producto farmacéutico (remedio o medicamento). No existe remedio, ni tratamiento, ni terapéutica; solo las curas o métodos de salud son posibles para ayudar al restablecimiento de nuestro organismo, dirigido por la fuerza vital (que es inteligente, quieran o no).
Pierre Valentin Marchesseau, editó con el tiempo, una serie de folletos sobre temas filosóficos o de salud Estos folletos sintetizan los conocimientos Naturopáticos temas específicos y se pueden leer de forma independiente el uno del otro.
Aquí están los 80 folletos originales:
- Qué es la Naturopatía?
- Salud sin drogas
- Las tres curas de la Naturopatía ortodoxa
- Leer la salud por la forma del cuerpo
- ¿Hay que vacunar?
- Gimnasia para mujeres
- El tracto digestivo
- Las enfermedades del corazón y vasculares
- El reumatismo articular
- Jesucristo, Naturópata
- Las enfermedades pulmonares
- Cáncer y dieta
- Los alimentos orgánicos humanos
- Nutrición infantil
- El ayuno Naturopática
- Enfermedades del sistema nervioso
- La columna vertebral
- La piel
- Memoria
- Los riñones
- Sexología
- La parálisis motora
- Las alergias
- Menús y recetas
- Métodos de anticoncepción y el tema del aborto
- Novedades en iridología
- La educación de los niños
- Las enfermedades infantiles
- La internacional de los vivos
- El páncreas
- El hígado y la vesícula biliar
- Las enfermedades psicosomáticas
- Los dientes
- Curas de sudoración
- Tratado de la longevidad
- Los remedios naturales para el cansancio, el exceso de trabajo y el agotamiento
- La historia desconocida de los hombres
- Miseria y misterio del intestino
- Superar el estreñimiento
- La artritis
- Culturismo, fitness paral hombres
- Las plantas en Naturopatía
- Los primeros síntomas, primeros auxilios
- Trastornos circulatorios
- Yoga Occidental
- El magnetismo y la curación
- El manantial de la vida (2 volúmenes)
- Glándulas endocrinas
- Neuro-pedagogía
- El sol
- Es mejor vivir fuera de las reglas que morir en las reglas
- La simpaticoterapia o toques nsales
- Superar la depresión
- El discoterapia
- El pensamiento que sana (Volumen 1)
- Introducción a la astrología naturopática
- La celulitis y la obesidad
- Nuevos conceptos de la naturopatía
- Colesterol
- Hipertensión
- Vencer la batalla contra el cáncer
- Insomnio
- Higiene de los ojos
- Psicología de la mujer embarazada
- Las enfermedades de invierno
- Reencarnación
- Espasmofilia
- Morfo-psicología
- El aura
- Las enfermedades genitales del hombre y la mujer