Alimentarse correctamente es fundamental para estar sano. Resfríos, alergias, dolores, de cabeza, problemas cardíacos y muchos otros males podrían evitarse con una nutrición adecuada. Lo que sucede es que no todas las personas saben con claridad en qué consiste comer bien, ya que muchas creen que es preciso consumir suficiente carne y lácteos para asegurarse una gran cantidad de proteínas al día, mientras que otras suponen que es bueno para el organismo comer solamente verduras de hoja y arroz integral.
Algo que también contribuye a que miles de hombres y mujeres enfermen son las dietas para adelgazar, que desvitalizan por completo el organismo cuando no están equilibradas.
Además, para agravar este panorama, gran parte de los alimentos cuyas publicidades nos aseguran que son sanos, frescos y con vitaminas, resultan en realidad auténticos venenos para nosotros, ya que en vez de aportarnos energías, acumulan toxinas en nuestro organismo y, con el paso de los años, terminan por crearnos problemas muy graves de salud.
Es preciso entonces cambiar nuestros hábitos, porque tanto los que quieren curarse de alguna enfermedad como los que pretenden mantenerse saludables deben saber que la mejor de todas las medicinas es una dicta correcta.
Purificar es curar
Imagine un estudiante de química mezclando distintas substancias en un tubo de ensayo. Algunas combinaciones tendrán un aroma agradable, otras -como el agua y el aceite- no se mezclarán nunca y puede que unir determinadas substancias produzca una explosión o el líquido resultante sea tan ácido que resulte peligroso que se derrame sobre la piel.
Ahora imagine su sistema digestivo, su estómago, su hígado, sus intestinos. Igual que en el tubo de ensayo los alimentos se desintegran y se combinan entre sí. Cuando las combinaciones son correctas usted se siente liviano, con mucha energía y de buen humor, pero cuando esto no sucede usted va lentamente perdiendo las fuerzas hasta que en algún momento se enferma.
Si todos los días de nuestra vida, durante largos años, nos alimentamos en forma incorrecta, es necesario que en algún momento purifiquemos el sistema para ayudarlo a descansar de tanto esfuerzo y darle la posibilidad de reponerse.
En esos casos, es muy bueno el ayuno o las curas, como la cura de las uvas o la del limón que explicaremos al finalizar este capítulo. Lo ideal es hacer primero una de estas limpiezas y luego comenzar a combinar bien los alimentos. Aunque, de todos modos, respetando ciertos principios de compatibilidad que pasaremos a explicar, será suficiente para que, poco a poco, recuperemos la vitalidad.
Lo que no debe comerse
Para limpiar el organismo por dentro hay algunos alimentos que es mejor evitar, estos son:
* el trigo
* la levadura
* la sal
* los lácteos (solamente dos veces por semana, yogur natural)
* el café
* el alcohol
* los aditivos y conservantes
* el azúcar blanco
* los productos enlatados
* el chocolate
* las gaseosas
Para sustituir estos alimentos pueden usarse:
* harina de trigo integral, mezclada con harina de gluten
* harina de centeno
* pan de soja
* pan de harina integral
* levadura fresca en vez de levadura seca
* sal marina
*queso y leche de soja* infusiones de hierbas
* café de malta
* fructosa o miel en vez de azúcar
* agua mineral
* algarroba (en vez de chocolate)
Alimentos ácidos y alcalinos
Otro punto fundamental que es preciso tener muy en cuenta desde ahora es cuáles alimentos son ácidos y cuáles alcalinos, ya que esa es la base de toda combinación. Nuestro estómago no está preparado para digerir más que un 20 por ciento de alimentos ácidos por día, por lo que debemos reducirlos al mínimo en nuestra dieta.
Alimentos alcalinos
Manzanas, duraznos, paltas, bananas maduras, cerezas, grosellas, dátiles, higos, uvas, limones y limas, mangos, melones, aceitunas frescas, peras, pasas de uva, chauchas, remolachas, brócoli, coliflor, apio, acelga, achicoria, pepino, algas, berenjenas, ajo, lechuga, perejil, pimientos, papas, batatas, calabaza, rábano, semillas de soja, espinacas, nabo, berro, leche fresca, maíz, mijo, miel, tisanas, almendras, castañas.
Alimentos neutros
Aceite de oliva, aceite de maíz, soja, semillas de sésamo, manteca.
Alimentos ácidos
jaleas, dulces, bananas verdes, aceitunas en vinagre, ciruelas, jugo de ciruelas, repollitos de Bruselas, garbanzos, lentejas, cebollas, tomates, quesos (todos), helados, leche (hervida, pasteurizada, en polvo y enlatada), carnes (de todo tipo), gelatina, salsas, harina blanca, cebada, pan, trigo sarraceno, bizcochos, maíz, harina de maíz, fideos y otras pastas, arroz, bebidas gaseosas, bebidas alcohólicas, caramelos, chocolate, cacao, café, condimentos, almidón de maíz, medicamentos (en especial aspirinas), huevos (sobre todo la clara), aromatizantes, tabaco, vinagre.
Estados emocionales que favorecen la acidez estomacal
Exceso de trabajo, pocas horas de sueño, preocupaciones, tensión, enojo, resentimientos.
Los componentes esenciales de una dieta balanceada
El equilibrio es la base de la salud y, en la nutrición, este equilibrio debe establecerse entre la cantidad de proteínas, carbohidratos, grasas, vitaminas y minerales que se ingieren.
Las proteínas deben limitarse a un quince por ciento de nuestra alimentación diaria. Los alimentos que contienen proteínas son los siguientes.
* Pescado
* Pollo
* Carne
* Huevos
* Yogur
* Queso de soja
* Leche de soja
* Porotos de soja
* Semillas de girasol
* Semillas de calabaza o zapallo
* Semillas de sésamo
* Almendras
* Legumbres (especialmente las lentejas)
Otro componente alimenticio básico son los carbohidratos. Estos se encuentran en una importante proporción en esta lista de los siguientes alimentos:
* Arroz
* Mijo
* Trigo
* Sémola
* Salvado de centeno
* Cebada
* Papas
* Pastas
* Pan
* Avena
* Zanahoria
* Nabo
El azúcar también proporciona carbohidratos pero es necesario limitar al máximo la cantidad que se consume porque el azúcar, los dulces en general y el chocolate en particular, provocan un aumento brusco del nivel de azúcares en la sangre que termina causando debilidad, dolor de cabeza, cansancio o irritabilidad. Además, el exceso en el consumo de azúcar provoca descalcificación y favorece la osteoporosis.
Respecto de las fibras, un componente de la dieta que en la actualidad está muy de moda, es preciso decir que no conviene agregar salvado a las comidas para tener más fibra, porque esto irrita finalmente los intestinos y provoca inconvenientes en la digestión. A fin de incorporar fibras, algo imprescindible para quienes sufren de estreñimiento, lo mejor es alimentarse con:
* Frutas frescas
* Verduras de hoja
* Cereales integrales
* Legumbres
* Raíces
Algo bueno de tener en cuenta es que el tomate, la berenjena y los pimientos, si bien contienen fibra, resultan perjudiciales en grandes cantidades, ya que poseen un veneno llamado solonina, nocivo para el sistema nervioso.
Las grasas -o lípidos- son otro ingrediente infaltable en la alimentación. Es un grave error creer que las personas más sanas son las que no tienen un gramo de grasa en su cuerpo, ya que las grasas nos ayudan a regular la temperatura corporal, y protegen de golpes o heridas a los huesos y los órganos internos. Por otra parte, un organismo sin grasas tiene pocas defensas, es más propenso a las infecciones y otras enfermedades, en ocasiones, graves.
Lamentablemente nuestra sociedad ha hecho un culto a la delgadez y la publicidad nos muestra personas muy por debajo de su peso, que se convierten en nuestro ideal físico, causando un gran daño, especialmente a las adolescentes, ya que muchísimas jóvenes para parecerse a estos modelos de belleza dejan de comer o se someten a dietas extremas. Esto en muchos casos es tan grave que lleva a jóvenes y adultos a la muerte.
Para que esto no suceda -sin caer en el extremo de consumir grasas en exceso- hay que ingerir una cierta dosis de grasas diarias. Lo mejor es evitar las grasas duras, como la de cerdo y la de carne, que aumentan el colesterol, y consumir moderadamente aceite de oliva, semillas de lino y una cucharadita diaria de aceite de pescado, excelente para evitar infecciones y reducir el colesterol.
Por último están las vitaminas y los minerales, todos ellos necesarios para estar saludables y protegerse de toda enfermedad.
Vitaminas y minerales
Azufre
Tonifica el cabello y la piel. Ayuda en caso de infecciones y de mal funcionamiento hepático.
Alimentos que contienen azufre: Ajo, algas, diente de león, cebolla, berros, repollitos de bruselas, pepino, zanahoria, higo, yema de huevo, verduras de hoja, papas, espinacas, nabos.
Calcio
Mantiene sanos huesos y dientes, ayuda a una mejor coagulación de la sangre y elimina la acídez,
Alimentos que contienen calcio: Consuelda, regaliz, cola de caballo, semillas de sésamo, coliflor, algas, almendras, miel, lechuga, harina de avena, aceitunas, uva, limón, cebollas, nabos, naranja, hojas de diente de león, rábanos, salmón, trigo integral, espinacas, tomates, aceitunas, avellanas.
Cloro
Mejora la memoria y fortalece el hígado.
Alimentos que contienen cloro: Lechuga, apio, espinaca, espárragos, remolacha, coliflor, acedera, ciruelas, hinojo, cebolla, tomate.
Cobre
Combate la anemia
Alimentos que contienen cobre: duraznos y nabo.
Flúor
Evita las caries y previene la osteoporosis.
Alimentos que contienen flúor: Arroz integral, repollitos de bruselas, coliflor, yemas de huevo, ajo, avena arrollada, centeno, espinacas, berros, remolacha, puerros.
Fósforo
Esencial para el funcionamiento del cerebro y el riñón. Interviene en la formación de huesos y dientes.
Alimentos que contienen fósforos: Algas, arroz, germen de trigo, semillas de calabaza, semillas de girasol, semillas de sésamo, nueces, pescado, repollo, semillas de mostaza, berenjenas, rábanos, puerro, coliflor, ciruelas, espinaca, berro, mariscos.
Hierro
Ayuda en el crecimiento, fortalece el sistema inmunológico, evita la fatiga física y mental.
Alimentos que contienen hierro: Diente de león, ortiga, frambuesas, genciana, germen de trigo, arroz, manzanas, nueces, pasas de uva, hinojo, hojas de diente de león, calabazas, ciruelas, semillas de sésamo, lentejas, verduras de hoja.
Manganeso
Reduce la tensión y mejora la memoria.
Alimentos que contienen manganeso: Consuelda, manzanas, duraznos, centeno, nabo.
Magnesio
Es antiestrés y mejora el sistema cardiovascular.
Alimentos que contienen magnesio: Valeriana, diente de león, germen de trigo, avena arrollada, nueces, almendras, arroz, centeno, apio, berenjenas, naranjas.
Potasio
Util en los tratamientos antialérgicos y en la purificación de los residuos orgánicos.
Alimentos que contienen potasio: Algas marinas, coliflor, repollo, espárragos, pepinos, rábanos, acedera, tomates, berros, porotos.
Selenio
Previene el envejecimiento prematuro, evita problemas de piel y de próstata.
Alimentos que condenen selenio: Germen de trigo, atún, salvado, cebollas, tomates, brócoli,.
Silíce
Fortifica arterias, tendones, piel, cartílagos y es bueno para la vista.
Alimentos que condenen sílice: Cola de caballo, lechuga, espárragos, remolacha, rábano, avena, arroz, semillas de girasol, cereales, verduras de hoja, todas las frutas, diente de león.
Sodio
Regula las funciones nerviosas y musculares.
Alimentos que contienen sodio: Algas, caléndula, aceitunas, durarnos, cebada, higos, huevos, dátiles, rábanos, nabos, lentejas, repollo colorado, avena.
Yodo
Interviene en el metabolismo, mejora memoria y favorece la belleza del cabello y la piel.
Alimentos que contienen yodo: Algas marinas, nabos, moluscos, ajo, cebollas, papas, zanahorias, hongos, apio, yema de huevo, chauchas.
Zinc
Ayuda en casos de infertilidad, de problemas de próstata, de crecimiento lento, colesterol alto y poca formación de insulina.
Alimentos que contienen zinc: Frambuesa, alfalfa, olmo americano, duraznos, ostras, huevo, damascos, germen de trigo, semillas de mostaza, cacao, semillas de calabaza, levadura de cerveza.
VITAMINAS
Vitamina A
Evita infecciones respiratorias y ayuda al crecimiento.
Alimentos que contienen vitamina A: Alfalfa, zanahoria, espárragos, hojas de mostaza, hojas de diente de león , berros, espinacas, perejil, manzanas, jengibre, centeno, ajo, batata, manzana, repollo, frutas y verduras de colores intensos.
Vitamina B
Interviene en el crecimiento y protege al sistema nervioso del estrés.
Alimentos que contienen vitamina B: Levadura de cerveza, melaza, alfalfa, ajo, germen de trigo, semillas de girasol, semillas de sésamo, manzanas, jengibre, nabos, centeno.
Vitamina B2
Contribuye al crecimiento y la reproducción, ayuda a que crezcan el cabello, las uñas y la piel.
Alimentos que contienen vitamina B2: Levadura de cerveza, melaza, ajo, almendras, geren de trigo, manzanas, mijo, jengibre, centeno, verduras de hoja verde, pescado, huevos, levadura, queso, hígado, riñones.
Vitamina B3
Revitaliza las hormonas sexuales, incrementa la energía, ayuda al sistema nervioso y a la digestión, reduce el dolor de cabeza y el colesterol.
Alimentos que contienen vitamina B3: Levadura de cerveza, melaza, alfalfa, manzanas, ajo, jengibre, cebolla, trigo, perejil, berros, nabos, centeno.
Vitamina B5
Ayuda en la cicatrización de heridas, combate infecciones, mejora el sistema inmunológico, aportar energía al organismo. Alimentos que contienen Vitamina B5: Levadura de cerveza, melaza, centeno, nabo, ajo, perejil.
Colina:
Mejora la memoria, beneficia al hígado, permite asimilar mejor el colesterol.
Alimentos que contienen colina: Levadura de cerveza, melaza, perejil, nabo, hígado, sesos, yema de huevo, germen de trigo, verduras de hoja.
Vitamina B12
Regenera las células rojas de la sangre, aporta energía, mejora la concentración y el funcionamiento del sistema nervioso.
Alimentos que contienen Vitamina B12: Levadura de cerveza, melaza, alfalfa, consuelda, centeno, legumbres, semillas germinadas, huevos, riñones, leche, hígado.
Vitamina B17
Aunque no está completamente comprobado su efecto, se cree que controla el avance del cáncer.
Alimentos que contienen Vitamina B17: Levadura de cerveza, melaza, duraznos, manzanas, cerezas, ciruelas, damascos.
Vitamina C
interviene en la absorción del calcio, la formación del colágeno, la cicatrización de heridas, la reducción del colesterol, impide que se formen coágulos en la sangre, cura el escorbuto, las enfermedades en las encías y refuerza el sistema inmunológico.
Alimentos que contienen vitamina C: Alfalfa, caléndula, naranjas, manzanas, berros, ajos, cebollas, nabos, pin-iienta de cayena, pimientos rojos, perejil, limón, nueces, papas, verduras de hojas verdes, coliflor, tomates, batatas.
Vitamina D
Fortalece los huesos y los dientes, previene el raquitismo, ayuda a curar resfrios.
Alimentos que contienen vitamina D: Alfalfa, fenogreco, manzanas, berro, leche, aceite de hígado de pescado, atún, salmón, sardinas, arenques.
Vitamina E
Retarda el envejecimiento, aporta mucha energía, previene la formación de coágulos en la sangre, alivia la fatiga, evita abortos durante los primeros meses de embarazo, protege los pulmones.
Alimentos que contienen vitamina E: Alfalfa, caléndula, menta, manzanas, perejil, centeno, germen de trigo, trigo integral, porotos de soja, brócoli, repollitos de Bruselas, espinacas, aceites vegetales, huevos, verduras de hoja.
Vitamina F
Otorga salud al cabello y a la piel, combate enfermedades cutáneas y cardíacas.
Alimentos que contienen vitamina F: Prímulas, ajo, aceites vegetales, germen de trigo, linaza, girasol, cártamo, porotos de soja, paltas.
Vitamina K
Contribuye a la mejor coagulación de la sangre, previene hemorragias intemas.
Alimentos que contienen vitamina K: Alfalfa, duraznos, porotos de soja, aceite de hígado de pescado, verduras de hojas verdes, yogur, ajo.
Vitamina P
Fortalece el sistema inmunológico, evita que las encías sangren, refuerza la resistencia de los capilares.
Alimentos que contienen vitamina P: Trigo sarraceno, la piel blanca de los cítricos, duraznos, moras, cerezas.
Como combinar los alimentos en la dieta diaria
1) Consuma varías frutas al día ya que las frutas tienen el poder de permitirnos eliminar las toxinas del organismo.
Lo mejor es ingerir frutas o jugo de frutas como único alimento en el desayuno y la merienda beneficiando de este modo el proceso de eliminación, sobre todo para aquellos que padecen estreñimiento.
La fruta no debe mezclarse con NINGUN otro alimento, por eso es mejor comerla sola o antes de las comidas y esperar al menos quince minutos antes de ingerir cereales, carne, verduras o harinas, En el caso de la banana, por ser de digestión más lenta que la mayoría de las frutas, debe comerse una hora antes que el resto de los alimentos, Nunca consuma fruta después de comer, porque tardará hasta cuatro horas en digerirla, fermentará y las substancias en descomposición llegarán a la sangre.
2) El treinta por ciento de su dieta debe estar compuesta por verduras, la mitad cruda y la otra mitad cocida.
Al menos una vez al día es beneficioso consumir ensalada. Es preciso limitar el consumo de tomates, berenjenas, pimientos, papas y espinacas. El resto de las verduras puede ingerirse sin límite de cantidad y combinadas con cereales, carnes legumbres o lácteos.
3) Los cereales son básicos en una dieta sana, en especial el arroz integral.
También son recomendables el trigo, el maíz, la avena y el centeno. Hay que combinarlos solamente con verduras y nunca con carne o legumbres.
4) Al menos dos veces por semana es preciso comer legumbres: lentejas, porotos o garbanzos, siempre combinados con verduras.
5) Si come carne de hágalo solamente por la noche y combinada con verduras.
De todos modos es mejor limitar al máximo el consumo de carne roja, ya que exige un sobreesfuerzo al sistema para su digestión y también de pollo, ya que los pollos de criadero contienen elevadas cantidades de hormonas. De todas las carnes, la más sana es la de pescado, siempre que esté bien fresco y preparado a la plancha o al vapor. Los embutidos y las carnes ahumadas son muy perjudiciales para la digestión.
6) Los lácteos son difíciles de digerir y forman mucosidades, por eso están especialmente contraindicados para los alérgicos.
Es mejor reemplazar la leche de vaca por la leche de soja o directamente eliminarla. Limite al mínimo el consumo de yogur. La manteca no tiene contraindicaciones, pero si su uso es moderado.
7) Para aderezar ensaladas lo más saludable es el aceite de oliva y el limón.
Sin embargo, otros aceites en pequeñas cantidades también son necesarios para el organismo.
Incorpore al menos 100 gramos de semillas en su dicta.
Las mejores son las almendras crudas, las nueces, las semillas de calabaza, girasol y sésamo.
Espero que les sea de utilidad y lo pongan en práctica y ayuden a difundirlo.
Fuente: Bitacora de AFTEA