La técnica metamórfica, también llamada masaje metamórfico, fue descubierta por el Naturópata y reflexólogo Robert St. John hace más de 50 años. Durante el tratamiento con reflexología a una paciente de 18 meses con síndrome de Down y viendo que no avanzaba como esperaba con el tratamiento comenzó instintivamente a acariciar la parte interior del pie de la niña, observando cómo ésta empezaba a reaccionar positivamente ante el estímulo realizado sin intención definida y sin implicación manifiesta.
Se dio cuenta de que la zona sobre la que había actuado se correspondía con la zona refleja de la columna vertebral en los pies, comenzando a partir de aquí a investigar. Dado que la columna vertebral tiene también zonas reflejas en las manos y la cabeza, St. John aplicó también sobre estas zonas los sutiles masajes que había ejecutado sobre los pies. Los resultados obtenidos con esta nueva técnica fueron sorprendentes, pudiendo esta niña, con 18 meses, llegar a la juventud habiendo prácticamente desaparecido los rasgos típicos de esta patología e incluso llegó a tener una inteligencia muy desarrollada. La aplicación de esta técnica fue reconocida por la Organización Mundial de la Salud en 1976.
¿A quién se puede aplicar? En el desarrollo de la aplicación de esta nueva técnica o masaje se pudo ir comprobando que podía ser aplicada en todos aquellos casos en los que el paciente presentase un desequilibrio en su fuerza vital generado por bloqueos energéticos producidos en el periodo de tiempo que va desde el momento de la concepción y formación del feto en el útero materno, hasta el momento en que esté atendiendo al paciente en la actualidad, la aplicación de esta técnica es atemporal. Funciona con excelentes resultados en los casos de: síndrome de Down, autismo, déficit de atención, hiperactividad, embarazadas, fobias, adicciones, cáncer, depresión, enfermedades crónicas, patologías propias de la ancianidad, trastornos físicos o emocionales.
La técnica metamórfica nos ayuda a despertar información de nosotros mismos que ha quedado bloqueada por distintos motivos. Nos ayuda a comprender y a tomar conciencia de las causas que han provocado el bloqueo o la enfermedad evitando que volvamos a reproducirlo. La transformación se produce casi de forma instantánea, sin que aparentemente se manifieste, pero con una comprensión profunda, con serenidad y grata sensación de bienestar. Si quieres cambiar algo en tu vida, toda conciencia de ello, te liberarás, no volviendo a repetirlo.
El practicante no trata de curar o eliminar el dolor, no da consejo o medicación natural o alopática, solo única y exclusivamente actúa como catalizador permitiendo que sea la fuerza de vida del paciente la que actúe y propicie su curación.
Se actúa sobre las zonas reflejas de la columna vertebral (por donde fluye la fuerza vital), en pies (actuando sobre el cuerpo energético físico), en las manos (sobre el cuerpo energético físico y sobre el cuerpo emocional) y sobre la cabeza (sobre el cuerpo mental). Los principios del practicante para la aplicación del masaje metamórfico son no intención y no aplicación. No hace falta contar nada al practicante, en ti está toda la sabiduría necesaria para curarte. Libérate de la ansiedad que provoca el no saber cómo resolver los problemas tomando consciencia de ellos gracias a la técnica metamórfica.
Fuente: Ine.es