A partir del descubrimiento de la quántica, se ha podido evidenciar que los mecanismos base de los seres biológicos obedecen y “están regidos” primeramente por campos energéticos y electromagnéticos, provenientes tantos del medio exterior como originados en la individualidad misma del ser.
Así, la aplicación de la Quántica a la Naturopatia constituye el eje vertebrador que une los aspectos químicos y farmacológicos de la ciencia moderna con los contenidos bio-informacionales de disciplinas, técnicas y planteamientos hasta hoy inconexos o considerados “faltos de rigor científico”.
De esta manera, podemos decir que cuando una patología aparece con sus síntomas visibles, es porque han estado aconteciendo desequilibrios y desajustes en los niveles más profundos de los tejidos, en forma de sucesión de etapas intermedias, en las cuales intervienen e interaccionan innumerables variables de orden químico, físico, genético, energético, electromagnético, etc. hasta la manifestación de lo que llamamos Enfermedad.
La Naturopatia quántica proporciona herramientas de gran utilidad, no sólo para detectar estos desequilibrios remontando al origen de los mismos, inclusive antes de su expresión patológica, sino para su seguimiento, adaptación y reorganización de la información fisiológica y energética, con una precisión notable, de las necesidades biológicas del paciente hasta el restablecimiento del equilibrio, lo que llamamos Salud.
En la aplicación de la Terapia Quántica se disuelve la pasividad del paciente y lo convierte en parte activa su proceso de restablecimiento, despertando en él la consciencia de que la enfermedad no es producto del azar, sino el fruto de los desequilibrios en la expresión biológica de sus ejes fisiológicos.
La participación del paciente y la certidumbre de su expresión biológica transcienden el ámbito terapéutico, ya que la interacción potencia y otorga al remedio una capacidad resonante informacional que va más allá de su contenido farmacológico
Fuente: Rincocito Natural