Hace veinte años, un grupo de profesionales, ponían en marcha una organización profesional para la regulación de la Naturopatía como respuesta a la creciente demanda social.
Quienes elegimos la Naturopatía como profesión de futuro tuvimos que formarnos en centros privados de España o del extranjero.
Desde esa fecha, hace dos décadas, España ha vivido cambios sustanciales en las necesidades de salud de sus ciudadanos, consecuencia sobre todo de una evolución social y económica que ha llevado a que cada vez ampliemos más el concepto de sentirse bien. Si hasta no hace mucho el concepto de salud se ceñía sobre todo a la ausencia de enfermedad, ahora aspiramos a sentirnos en armonía con nosotros mismos y con la naturaleza. La evolución de la Naturopatía ha sido paralela a este proceso. La Naturopatía se ha popularizado y su práctica ya no se ciñe a unas cuantas consultas de Naturópatas con más o menos renombre. Algunos han descubierto que es una actividad profesional con contenidos concretos y con demanda social.
Hace veinte años, un grupo de Naturópatas, animados por Diego Prieto Bueno, pensaron en la necesidad crear una Entidad Asociativa de Naturópatas que velara por sus contenidos científicos, por mejorar y unificar la formación que reciben estos profesionales y por regularizar la práctica de la Naturopatía, como mejor forma de garantizar a todos los ciudadanos el mejor servicio y con todas las garantías posibles.
Así nació la Federación Española de Profesionales en Naturopatía (FENACO) en 1984. Desde entonces, la lucha de todo nuestro colectivo por consolidarse y conseguir una formación reglada y de calidad ha sido intensa. Fruto de estos esfuerzos, de FENACO y del colectivo de profesionales en general, han sido publicación en el Boletín Oficial del Estado número 236 de 2 de octubre de 1990, fascículo primero, aparecen publicados los Epígrafes de Actividades Económicas y Profesionales de la Naturopatía, en el Grupo 944 para los Servicios de Naturopatía y en el Grupo 841 para el Naturópata. También en la Clasificación Nacional de Ocupaciones, el Naturópata está incluido como Técnico en Naturopatía, con el número de Código definitivo 3129.005.0. En la Clasificación Internacional Uniforme de Ocupaciones, establecida por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) la Naturopatía se encuadra de la siguiente manera: Ocupación C: Naturópata. El Instituto Nacional de Estadística incluye la definición de Naturopatía en su catálogo de actividades CNAE-93 de la forma siguiente: «La Naturopatía consiste en la asistencia a personas por medio de Métodos Naturales de Salud, utilizando técnicas de tipo alimenticio, de choque o masaje sin uso de aparatos» y la clasifica incluyéndola dentro del grupo 85.1 «Actividades sanitarias» y en la clase 85.14 «Otras actividades sanitarias» de la CNAE-93. Fruto de todo este trabajo ha sido la inclusión de FENACO en la Unión Europea de Naturopatía, que agrupa a los Naturópatas de la UE.
Hemos trabajado, también, en la definición profesional de la Naturopatía, que se plasmó en la aprobación por parte de nuestros socios del Estatuto General de la Naturopatía (1995), cuyo contenido está en vías de revisión y actualización. Podríamos considerar la Naturopatía, de una forma resumida, como «La Naturopatía consiste en la asistencia a personas por medio de Métodos Naturales de Salud, utilizando técnicas de tipo alimenticio, de choque o masaje sin uso de aparatos»
Esta definición, que ha sido presentada por FENACO ante el Ministerio de Sanidad y Consumo y los medios de comunicación, aclara, por tanto, que la Naturopatía, se dedica fundamentalmente a prácticas sociosanitarias.
En estos momentos, el Ministerio de Sanidad y FENACO están trabajando por lograr una regulación justa de la Naturopatía, una decisión inaplazable no sólo porque afecta a miles de profesionales que se han formado y trabajan con rigor, sino para garantizar que la Naturopatía se preste en las mejores condiciones posibles para los ciudadanos. La falta de una normativa legal específica ha provocado la aparición de numerosos casos de intrusismo que han llegado atraídos por un negocio cada vez más floreciente y que, periódicamente, provocan escándalos que llegan a los medios de comunicación y ofrecen una imagen distorsionada de un colectivo caracterizado por su profesionalidad.
Al mismo tiempo, la ausencia de un reconocimiento oficial de la Naturopatía crea gran confusión entre los profesionales por la ausencia de una formación reglada, uniforme y mínima para todos, a la vez que provoca una sensación de indefensión ante la actuación de la inspección sanitaria, cuya libertad y discrecionalidad a la hora de interpretar los requisitos mínimos que tienen que cumplir los Servicios de Naturopatía son enormes.
Por todo eso es imprescindible regular la Naturopatía: para dignificar y dar seguridad jurídica a un colectivo que siempre se ha preocupado por su formación y por garantizar al máximo la seguridad de sus consultantes. Ésta es, ahora, la máxima prioridad de la Junta Directiva de FENACO presidida por D. Manuel Navarro Lara.
Hemos emprendido contactos y negociaciones con todo tipo de instancias administrativas para este fin: Ministerios de Sanidad y Consumo y de Educación y Cultura, Comisión de Sanidad del Senado, Grupo Parlamentario Popular y Socialista en el Congreso de los Diputados, Sindicatos, comunidades autónomas, ayuntamientos. Nos encontramos en un momento crucial, en el que confiamos en que nuestras expectativas y nuestro trabajo se van a ver recompensados con este reconocimiento oficial.
Las expectativas que se han creado en el sector son enormes y confiamos en que, en pocos meses con el nuevo gobierno, alcancemos una solución definitiva. Creemos que el Gobierno está llegando a la misma conclusión que nosotros: la regularización de la Naturopatía es una necesidad ineludible, y no sólo porque lo demandan los afiliados de FENACO, especialmente porque es de justicia y porque la sociedad en pleno también lo exige.
Manuel Navarro Lara
Presidente de FENACO