FENACO agradece profundamente a quienes nos juzgan con imparcialidad

Castelldefels 10, Agosto 1995
Señores
Consejo General
F.E.N.A.C.O.
Martín Alonso Pinzón 10
41007 Sevilla

Estimados señores:

Al escribir estas líneas quiero comunicarles las dos razones que me impulsan a hacerlo; antes que nada os saludo cordialmente.

Primero, deseo agradecerles a nombre personal y de todos aquellos que aman la vocación (como un apostolado), y el arte de la Naturopatía, por la gran labor en muchos sentidos (uno de ellos, incentivar el estudio, profundización e investigación de la Naturopatía) que estáis haciendo para colocar en el lugar adecuado y sobre unos principios sólidos, la Naturopatía, el Naturismo, y todo lo encuentre en su esfera. Cada sistema, método, ciencia o conocimiento situado en su marco correspondiente.

En forma particular deseo agradecer la atención del Sr. D. Francisco del Boch Benítez, por atenderme personalmente en relación al I certamen Nacional de Naturopatía “José Castro”, con su llamada telefónica que quizá no recuerde.

Segundo, lamento no haber podido asistir el pasado 14 de Mayo, al Día de la Naturopatía;pero con estas sencillas letras deseo manifestarles mi apoyo y ánimo para que sigáis adelante.

Recibí vuestra revista “Naturopatía” Nº 8, y la leí entera. El Editorial me causó mucha satisfacción  por su exposición clara, llana y directa. SI los principios del Naturismo, de la Naturopatía (y de lo que realmente debe englobar), están fundamentados sobre leyrs inmutable, establecidas por neustro Creador, reconocemos entonces que su valor es verdad, y que vale la pena luchar por ello, porque como bién dijísteis “sobre todos debemos confiar y creer que es DIos quien nos ayuda”.

Pero esta lucha debe llevarse con las armas que DIos aprueba, la verdad, la justicia, la rectitud, la paciencia, la benignidad, la firmeza y todo aquello que eleva, edifica y dignifica al hobre.

Quedando de vosotros como vuestra servidora
Muy atentamente,
Silvia Rojas Reyes

Carta publicada en la Revista “Naturopatía” nº 10, pag. 15. Enero 1996