Jos Gayá, Naturópata que acumula un cuarto del siglo al servicio de la musicoterapia

La música, “en su frecuencia adecuada”, es una herramienta idónea para mantener los chakras despiertos. Para estimular a estos espirituales puntos que, distribuidos a lo largo de la medula espinal, conectan con los órganos del cuerpo para alimentarlos de energía. Así lo entiende al menos Jos Gayá, naturópata que acumula un cuarto del siglo al servicio de la musicoterapia y que ayer presentó Nada Mudra, el primer cedé editado en España pensado para acompañar a toda suerte de trabajo terapéutico -yoga, reiki, meditación- que trabaje con los campos energéticos.


“Existía un vacío musical importante para acompañar al tratamiento de los chakras”. Lys Riera, esposa de Gayá, voz de los siete temas que componen el disco, justificó así el porqué de un año de trabajo en el estudio. “España es un país donde todavía existe bastante escepticismo respecto a las propiedades terapéuticas de la música”, se lamentó. “Pero por algo dicen que la música amansa las fieras. Sus beneficios están más que probados”. 

Cuencos tibetanos, teclado, guitarra y todo un conjunto de sonidos digitalizados -agua, pájaros, sonidos del mar, campanas- acompañan a la voz de Riera y completan un disco concebido “más para trabajar que para escuchar de fondo”. En Nada Mudra, los temas están compuestos de manera específica para acompañar a cada uno de los siete chakras principales. Del coxis (Muladhara) a la coronilla (Sahasra), pasando por el vientre, el ombligo, el pecho, la garganta y la frente.

Fuente: Diario de Mallorca