FENACO potencia la función del Naturópata como profesional del bienestar y calidad de vida

La Organización Colegial Naturopática FENACO, con motivo del Día Mundial de la Salud, que se celebra el 7 de abril, reclama un reconocimiento de la profesión de Naturopatía y potenciar la función del Naturópata como profesional del bienestar y calidad de vida, profesión que venimos ejerciendo en España desde 1922, contribuyendo con ello al desarrollo profesional de la Naturopatía.

Para la Organización Colegial Naturopática FENACO esta reivindicación responde a las nuevas necesidades de la población, que está más informada sobre la relación entre los hábitos de vida y los problemas de salud, y busca una opciones de estilo de vida saludable en armonía con la naturaleza; está exigencia social está en consonancia con la formación de calidad de lo profesionales Naturópatas que con los Métodos Naturales de Salud (“terapias naturales, terapias alternativas…”), como praxiología, ofertan sus servicios a una ciudadanía cada vez más exigente con su derecho a la salud como algo más que ausencia de enfermedad.

La resistencia a los antimicrobianos (el tema del Día Mundial de la Salud 2011) y su propagación mundial ponen en peligro la persistencia de la eficacia de muchos medicamentos utilizados hoy en el tratamiento de las enfermedades infecciosas. Para la Organización Colegial Naturopática FENACO la labor profesional del Naturópata, con una visión integral de la salud, supone, en realidad, un ahorro, ya que la práctica profesional naturopática incide principalmente en los hábitos y estilos de vida, lo cual redunda en un aumento y obtención de calidad de vida con incidencia tanto a nivel personal como social y ecológico.

En este Día Mundial de la Salud, la Organización Colegial Naturopática FENACO quiere destacar la figura del profesional Naturópata en el conjunto de las prestaciones sociosantirarias aplicando Métodos Naturales y Tradicionales de Salud, como elementos de sustancial importancia por estar integrado en el contexto sociocultural y ecológico “proporcionando una asistencia esencial, basada en métodos y tecnologías sencillos y naturales, científicamente fundados, socialmente aceptables y ecologicamente sostenibles, a un coste que la comunidad y el país pueden soportar“.