El lenguaje que utiliza la ciencia no tiene carácter persuasivo, ni directivo, sino que es simplemente informativo.
El conocimiento científico es siempre parcial y aproximado, nunca definitivo. Esto significa que, en primer lugar, que la precisión y claridad en el uso de la terminología científica constituye una necesidad esencial, y en segundo lugar, reconocer la insuficiencia y falibilidad del método científico, mediante el cual se obtuvo. Aun cuando se hace una revolución teórica, esta se hace cognoscible, a la luz del trabajo anterior (Modelo de Teoría Abarcante. Bunge 1976).
Por tanto, la adquisición de un vocabulario científico de la Naturopatía exige una mejora teórica, y esta pasa por un esfuerzo investigador importante; pero no podemos caer en la formalización prematura, por el error de confundir esta con cientificidad, ya que actuaría como un freno en su desarrollo. Aunque hay que tener en cuenta que la formalización es una exigencia necesaria en la intuición de modelos y constructos nuevos (Bunge, 1976).
Respecto del significado lógico y semántico deberán de tenerse en cuenta las indicaciones que desde la lógica y la semántica se hacen al hablar de los métodos generales del pensamiento.
Por tanto hay que insistir en la disciplina, exigible a investigador Naturópata y alumnado de Naturopatía, en orden a la concordancia terminológica; el filibusterismo en esto perjudica enormemente: términos diferentes para nombrar los mismos contenidos y mismos términos para diferentes no ayudan en absoluto a la inteligibilidad-comunicabilidad de la Naturopatía. El lenguaje profesional lleva implícito aquellas características que dan a la profesión Naturopática una entidad específica y única, diferenciándola de cualquier otra.
Una terminología estandarizada Naturopática le confiere al profesional Naturópata un formato consistente y cuantificable. Y esta consistencia aporta los siguientes beneficios a la práctica profesional Naturopática:
1. Facilita la comunicación interprofesional y con otros profesionales de la salud, facilitando el trabajo del profesional Naturópata.
2. Forma un lenguaje que da cohesión a los conceptos Naturopáticos, facilitando con ello el desarrollo del proceso de intervención Naturopática a la vez que también facilita el eventual intercambio de datos sobre los conceptos del proceso de intervención Naturopática.
3. Constituye un medio para describir el conocimiento y las habilidades fundamentales para la práctica profesional Naturopática.
4. Compone medio común para recabar información de los resultados del salutante, que ayudará a diseñar y construir nuevos conocimientos para apoyar la práctica profesional Naturopática basada en la evidencia.
5. Conforma un mecanismo semántico para facilitar el debate y el desarrollo de políticas favorables al desarrollo profesional de la Naturopatía por parte de las autoridades competentes.
6. Organiza una estructura lingüística común en el proceso de formación de los estudiantes de Naturopatía.
7. Recoge información para el avance de la ciencia de los Métodos Naturales de Salud, es decir de las Naturopatía.
Está es pues la importancia de seguir avanzando en la nomenclatura y taxonomía Naturopática común que aproxime el camino hacia la excelencia profesional y que contribuya a elevar el nivel profesional en todos los campos y funciones de la Naturopatía, asistencia, gestión, docencia e investigación, que reduzca la variabilidad de las intervenciones Naturopáticas, facilite la toma de decisiones y mejore la comunicación en los distintos ámbitos, porque todo ello va a revertir en la mejora de la calidad en el proceso de intervención Naturopática.
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