Curación generacional de la alimentación emocional; por Krista Moyer, Naturópata ND

Todos tenemos estas fuertes conexiones emocionales con la comida. Nuestras asociaciones con la comida parten de nuestros padres. Nos dicen qué comer, cuánto comer, cómo y cuándo comerlo. Las conexiones emocionales que han alcanzado con la comida inevitablemente se nos transmiten, nos demos cuenta o no.

Tendemos a clasificar los alimentos como “buenos” o “malos”. A menudo decimos cosas como: estoy siendo “bueno” cuando estoy comiendo col rizada. O, estoy siendo “malo” cuando estoy comiendo una hamburguesa. De alguna manera hemos adoptado estas creencias de que estamos siendo buenos o malos en función de los alimentos que comemos. Más aún, si hemos estado en una tendencia de ser “buenos”, sentimos que merecemos un “trato”, o ser “malos”.

La comida es alimento. 


En su esencia, eso es todo lo que es. Lo necesitamos para la vida. Pero luego agregue las papilas gustativas, y podemos encontrarnos con algunos trucos de navegación. ¡La comida saludable puede ser deliciosa! Confía en mí, lo hago todo el tiempo en mi cocina. En Vancouver, tenemos la suerte de tener tantos restaurantes llenos de opciones saludables. Tenemos gustos de brotes por una razón, ¡por lo tanto estamos destinados a disfrutar de nuestra comida! ¡Si no disfrutas de las coles de Bruselas, entonces no tienes que consumirlas! 🙂

Tratando de evitar BUENO vs MALO


Trate de mirar la comida como un intercambio. Si como esto, ¿qué obtengo de esto? No es necesario tener experiencia en nutrición para saber que las verduras son buenas para usted. Las verduras son las potencias de la densidad nutricional. Idealmente, el 50% de su plato debe ser verduras sin almidón. Cuanta más información haya en su comida, más podrá su cuerpo utilizar esos nutrientes para sanar, reparar y crecer.

¿Cómo me siento después de comer? 


Si está ansioso por tener una comida de la que no se sienta bien después, pregúntese antes de comer esa comida …

¿Cómo me sentiré mientras estoy comiendo esta comida?
¿Cómo me sentiré después de haber comido esta comida?
¿Qué me dará esta comida nutricionalmente?
Ahora, sabiendo esto, ¿elijo comer esta comida? ¿Tal vez no? ¿Tal vez sí? Tú decides.

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