Helicobacter Pylori (HP): Naturopatía, una solución natural para la atención integral; por Mariam Coornaert, Naturópata

Helicobacter Pylori (HP), esta misteriosa bacteria, presente de forma natural en nuestro organismo, hace correr mucha tinta.

Resulta que su relación con ciertas enfermedades crónicas es cercana, especialmente en ataques cardíacos, fatiga crónica, rosácea, asma, los primeros síntomas de la enfermedad de Parkinson, migrañas recurrentes, fibromialgia, síndrome del quemado, depresión, etc.

La tasa de población (HP) en las vísceras, es más alta que el promedio de hace 30 años, ¿qué pasó?

Nuestra forma de vida es responsable de esta observación, los alimentos, las deficiencias y el estilo de vida se cuestionan directamente.

Más del 25% de la población adulta en la tierra (el número sigue creciendo cada año) sufre las consecuencias de esta proliferación, que ha hecho que la venta de PPI despegue. Los inhibidores de la bomba de protones (vendajes gástricos) contra ERGE reflujo gástrico esófago (quemaduras).

“La Naturopatía según la evaluación vital individualizada propone un protocolo de choque en 4 pasos esenciales”

H. pylori es la única especie que coloniza el estómago humano hasta la fecha. Esta infección se encuentra en los países en desarrollo y comienza a ser común en los países desarrollados.

Su modo de transmisión tiene lugar en los primeros años de vida entre 0 y 12 años, de hombre a hombre, especialmente oralmente, pero también entre miembros de la misma familia.

En medicina, la infección se trata con antibióticos cuando se descubre, sin un tratamiento inmediato, puede persistir durante toda la vida en el estómago. Las secreciones enzimáticas de esta bacteria frustran la vigilancia del sistema inmune, no no es una amenaza y, por lo tanto, no podría erradicarla

Tratamientos naturales (HP) ofrecidos por la Naturopatía:

Los 4 pasos de apoyo:

Gracias a un protocolo Naturopático fito-terapéutico y aroma-terapéutico , el manejo de esta infección está dirigido a las etapas sintomáticas:

-El aumento de la acidez.

– Dolor abdominal repetido

-Las sensaciones de quemaduras esofágicas antes y después de las comidas.

-La erradicación de la bacteria

-Rehabilitación de la mucosa gástrica dañada.

1- Fitoterapia:

La medicina herbaria está disponible en varias formas galénicas (en farmacia, se prescriben algunas) utilizadas según la gravedad y la etapa de desarrollo de la infección, encontramos:

-Cápsulas comprimidas o suspensión.

-Mama madre

-Glicerina o macerado hidro-glicerinado

-Extracto seco o extracto fluido

Algunos ejemplos de excelentes alimentos y plantas :

-El arándano: evita la adhesión de la bacteria a la pared gástrica, es

entrenado en el proceso de digestión eliminatoria.

– Regaliz: una acción desinflamatoria que aumenta la producción de moco protector intragástrico.

-El higo y el lúpulo: calmante y suavizante.

-El cilantro: dolores antigástricos (carminativo).

-La papa: moderador de la hiper acidez.

Lino (semillas): produce un líquido protector cerca del moco gástrico.

Esta lista no es exhaustiva, es necesario consultar a su médico para definir la etapa de infección y buscar un Naturópata , para establecer un protocolo natural individualizado y específico.

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2- Aceites esenciales:

El protocolo de aroma-terapia es el más eficaz conocido hasta la fecha, gracias a aromatograma análisis y pruebas in vitro, que ponen de relieve la fuerza de las moléculas de los aceites esenciales a infecciones, especialmente contra (HP)

-Aceites de fenolées como Eugenia caryophyllata (clavo) inhibe el crecimiento (HP).

-Aldehídos como Zingiber Officinalis (jengibre) actúa como un poderoso antiinflamatorio.

– Los monoterpenos como Salvia Officinalis (salvia) ejercerán su acción curativa de la mucosa gástrica.

Durante unos treinta años, las pruebas Invitro han planteado la duda sobre la efectividad de estas moléculas de aceites esenciales y la importancia de la fitoterapia en la farmacopea.

Como ya se mencionó anteriormente, H. pylori a largo plazo es co-responsable de enfermedades crónicas, no permite que la flora intestinal se desarrolle adecuadamente, de ahí la importancia de cuidar su diagnóstico.