Resiliencia: cuando la vida se convierte en enseñanza; por Francesca Rifici, Naturopata

Hay momentos en la vida, cuando mientras los vives, te gustaría regresar por un momento, solo un momento, y regresar a esa condición de equilibrio presente hasta justo antes, que en un breve momento ha cambiado. Ocurre cuando recibimos noticias que crean dolor, que nos hacen sufrir o que nos vemos obligados a vivir, incluso si no queremos.

Hace unos días experimenté tal momento. Recibí la noticia de la muerte de un ser querido, un hombre con un corazón vivo y ojos que huelen a bondad. Algunas noticias realmente te atrapan de repente y en esos momentos pruebas tu resistencia. A medida que pasan los días, la resiliencia entra en juego . O más bien, debe ingresar al campo.

¿Qué es la resiliencia?

La resiliencia es un estado emocional y mental que podemos decidir adoptar y desarrollar, para hacer que nuestra existencia sea más significativa. Es una forma de ver la vida, una forma de leer el significado de los eventos que nos suceden entre líneas. Podríamos abrir un capítulo infinito sobre el significado de los eventos , cómo son elegidos y producidos por nosotros mismos y cómo nada sucede por casualidad, pero aquí quiero detenerme en el concepto de resiliencia. Somos nosotros los que elegimos todos los días cómo reaccionar ante los eventos y esta elección mide el nivel de resistencia presente dentro de cada uno de nosotros.

¿Dónde compro resiliencia?

Algunas cosas requieren un precio más alto que cualquier cantidad que el dinero pueda pagar. La buena noticia es que la resiliencia no se puede comprar, ya está dentro de nosotros . ¡La noticia menos buena es que tienes que entrenar para sacarlo! Es una actitud hacia la vida, una forma de sacar lo mejor de cada situación. 

Cuando vivimos en un momento difícil, ¡no es fácil pensar en el lado positivo! 

Eventos que nos ponen a prueba

Seamos realistas, pequeños y grandes desafíos diarios nos esperan todos los días:

➤conducir en el tráfico urbano y mantener la calma

➤respira y cuenta hasta 3 cuando alguien nos enoja

➤para completar las mil actividades que hemos planeado

Y luego los grandes:

➤la pérdida de alguien que amamos

➤desprendimiento

➤la distancia

➤las palabras que duelen o enferman. 

En resumen, hay desafíos en el camino. ¿Qué pasa si tratamos de ver estos eventos como razones para el crecimiento y el aprendizaje ? Desarrollar una actitud resiliente sirve precisamente para esto, para encontrar fuerza incluso en los momentos más difíciles, cuando nos sentimos heridos o cansados ​​y desmotivados.

Vida: inmenso regalo, inmensa suerte

La vida nunca es una historia objetiva: siempre hay un filtro de subjetividad cuando lo miras. Un evento puede ser experimentado como difícil para alguien y, en cambio, ser una fuente de inspiración y transformación para otra persona. Los eventos positivos se pueden saborear por completo, se pueden vivir disfrutando de ese momento real o continuar pensando en lo que vendrá después o lo que sucedió antes. En resumen, somos nosotros los que elegimos la actitud hacia la vida, somos nosotros quienes decidimos qué color darle a cada evento, siempre somos nosotros los que elegimos atesorar un dolor personal y transformarlo en amor por uno mismo y por los demás. No es tan difícil como parece, necesita un poco de buena voluntad y un poco de práctica.

Miedo al amor, miedo al sufrimiento.

Con los años he aprendido que la única forma de cambiar una actitud o forma de pensamiento que me limitaba era concentrarme en mis sentimientos. Escucha emociones, buenas y menos buenas, dolores, sufrimientos y alegrías.

Entrar en la alegría cuando vives no es más fácil que entrar en el dolor, te lo aseguro. He conocido personas que se han acostumbrado tanto a vivir a través del filtro del dolor que no pueden ver alegría en los acontecimientos cotidianos. Y por el contrario, he conocido a personas que tienen un miedo tan loco de amarse y abandonarse a alguien, que permanecen en el limbo de sentir / no sentir, en el que se aman, pero nunca hasta el final. Y al hacerlo, se protegen.

Las emociones nos tocan muy de cerca y no siempre somos buenos para manejarlas, de hecho, en la mayoría de los casos pretendemos no escucharlas. Y continuamos nuestra carrera.

Asumir una actitud de resiliencia ayuda a disfrutar de los pequeños momentos de los que se compone cada día y a limitar las dificultades, mirando hacia el futuro.

Practica la resiliencia todos los días

Así que aquí hay un ejercicio diario que le permite desarrollar resiliencia, día tras día. Nos detenemos cada mañana, al despertar, para observar cuántas posibilidades tenemos para ese día:

➤desayuno con alguien que amamos

➤un rayo de sol entrando por la ventana

➤el mimo del gato o el saludo festivo del perro

➤el deseo de un abrazo

➤una llamada telefónica importante o una reunión de negocios

➤ayudar a otros en cualquier forma

Podría seguir y seguir. Escribimos en un cuaderno las posibilidades que ese día nos ofrece y que nos hacen serenos.

Y al final del día, observamos cómo lidiamos con las dificultades, cómo agradecimos las situaciones positivas y llamamos nuestra atención allí. Redescubriremos dentro de nosotros una fuerza que no creíamos tener.

Un abrazo, una buena palabra, un saludo y un desapego, una nueva forma de lidiar con la vida cotidiana. La vida es rica, en todos los sentidos.

Incluso cuando parece darnos grandes dolores, hacemos que ese dolor se convierta en algo bueno para otra persona, para nosotros mismos y eso nos da más conciencia de lo importante que es VIVIR, no sobrevivir. 

Corto como intenso, la vida es inmensa. Miremos con ojos inmensos.