Youssef, D. A., Miller, C. W., El-Abbassi, A. M., Cutchins, D. C., Cutchins, C., Grant, W. B., & Peiris, A. N. (2011). Antimicrobial implications of vitamin D. Dermato-endocrinology, 3(4), 220-229.
Existe evidencia de que la vitamina D tiene una actividad antimicrobiana potencial y su deficiencia tiene efectos nocivos sobre el bienestar general y la longevidad. La vitamina D puede reducir el riesgo de infección a través de múltiples mecanismos. La vitamina D aumenta la inmunidad innata al modular la producción de péptidos antimicrobianos (AMP) y la respuesta de las citocinas.
La vitamina D y sus análogos a través de estos mecanismos juegan un papel cada vez más importante en el tratamiento de la dermatitis atópica, la psoriasis, el vitiligo, el acné y la rosácea. La vitamina D puede reducir la susceptibilidad a la infección en pacientes con dermatitis atópica y la capacidad de regular las respuestas inmunes e inflamatorias locales ofrece un potencial emocionante para comprender y tratar las dermatitis inflamatorias crónicas.
Además, La activación de células B y T, así como el aumento de la actividad de monocitos y macrófagos también contribuyen a un potente efecto antimicrobiano sistémico. La invasión directa por organismos patógenos se puede minimizar en sitios como el tracto respiratorio al mejorar la eliminación de los organismos invasores. Un estado repleto de vitamina D parece beneficiar a la mayoría de las infecciones, con la posible excepción notable de la leishmaniasis.
Los antibióticos siguen siendo una opción costosa, y el mal uso de estos agentes da como resultado una resistencia a los antibióticos significativa y contribuye a aumentar los costos de atención médica.
La vitamina D constituye una opción profiláctica de bajo costo y posiblemente un producto terapéutico por sí solo o como agente sinérgico de los agentes antimicrobianos tradicionales.
Esta revisión describe las propiedades antimicrobianas específicas de la vitamina D en la lucha contra una amplia gama de organismos.