Dinan, T. G., & Cryan, J. F. (2017). Gut instincts: microbiota as a key regulator of brain development, ageing and neurodegeneration. The Journal of physiology, 595(2), 489-503.
Hay una creciente conciencia de que el eje intestino-cerebro y su regulación por la microbiota pueden desempeñar un papel clave en la base biológica y fisiológica de los trastornos del desarrollo neurológico, relacionados con la edad y neurodegenerativos.
Las vías de comunicación entre la microbiota y el cerebro se están desentrañando e incluyen el nervio vago, la señalización de la hormona intestinal, el sistema inmunitario, el metabolismo del triptófano o los metabolitos microbianos como los ácidos grasos de cadena corta.
También está surgiendo la importancia de la microbiota intestinal de la vida temprana en la configuración de los resultados de salud futuros.
Las perturbaciones de esta composición a través de la exposición a antibióticos, la falta de lactancia materna, la infección, el estrés y las influencias ambientales junto con la influencia de la genética del huésped pueden dar lugar a efectos a largo plazo en la fisiología y el comportamiento, al menos en modelos animales.
También vale la pena señalar que el modo de parto al nacer influye en la composición de la microbiota con aquellos nacidos por cesárea que tienen una microbiota claramente diferente en la vida temprana a los nacidos por vaginum.
En el otro extremo de la vida, el envejecimiento se asocia con un estrechamiento de la diversidad microbiana y el envejecimiento saludable se correlaciona con un microbioma diverso. Recientemente, la microbiota intestinal se ha implicado en una variedad de afecciones que incluyen depresión, autismo, esquizofrenia y enfermedad de Parkinson.
Todavía hay un debate considerable sobre si los cambios en la microbiota intestinal son esenciales para la fisiopatología de tales afecciones o si son meramente epifenoménicos. Es plausible que tales trastornos neuropsiquiátricos puedan tratarse en el futuro dirigiéndose a la microbiota, ya sea mediante un trasplante de microbiota, antibióticos o psicobióticos.