Dentro de la concepción de la salud en la antigua cultura egipcia encontramos de una forma bastante explicita el criterio Naturopático que se puede seguir en su desarrollo y metodología tanto a nivel de explicación como a nivel resolutivo. Las fuentes se encuentran en los diferentes papiros, de los cuales los más importantes son:
· El papiro de Kahun (1858 a. de C). Trata sobre la salud de los animales, de la mujer, del embarazo, y de los niños. Se refiere a estos temas en 34 secciones. Describe una serie de síntomas, luego explica lo que debe decir el sanador y al final el tratamiento.
· El papiro de Edwin Smith (1700 a. de C). Considerado el primer tratado de cirugía y anatomía. Mide 4 metros de longitud tiene referencias a los primeros estudios del cerebro. Se encuentra en Nueva York.
· El papiro de Ebers (XVI a. de C). Es el más largo con 20 metros de longitud. Tiene 180 páginas y 900 recetas. Fue encontrado en 1862 en una tumba de Tebas por George Ebers. Contiene tratamientos generales, manuales, para curar encantamientos, hechizos. Se encuentra en la universidad de Leipzig.
· El papiro de Hearst (XVI a. de C). Se encuentra en California. Contiene 26 recetas.
· El papiro de Chester Beatty (XII a. de C). Trata sobre las enfermedades del ano.
· El papiro de Berlín o de Brugsch. Tiene 200 recetas.
· El papiro de Londres. Con 63 recetas.
Aunque muestras del criterio Naturopático se encuentran principalmente:
· El concepto y descripción de los canales o Metu se recoge en el Papiro de Ebers.
· Y en la Colección sobre como expeler el Wehedu (principio tóxico del cuerpo), escrito de influencia helénica, pero que recoge textos anteriores
Veamos el concepto de salud, como se pierde y como se recupera:
El cuerpo está constituido por un sistema de canales (metu) semejante a las redes de canales de riego. El corazón era el centro de la vida (en Mesopotamia era el hígado) y tenía canales que los unía a los órganos, por esos canales circulaban la sangre, el aire, la orina, las lagrimas, la esperma y las heces. Los canales terminaban en el ano. Su obstrucción producía el Wehedu o principio tóxico del cuerpo, siendo esta la causa de la perdida de la salud. En consecuencia la salud era una buena circulación por los Metus. Partiendo de esta teoría recurrían a los purgantes y a los vomitivos. También utilizaban los enemas y el lodo; los primeros surgieron al observar como los ibis se introducen el pico en el recto, y la segunda es una imitación de los baños de lodo de ciertos animales (elefantes, hipopótamos, etc.).
Si una mujer no era fértil, era debido a que tenía obstruido los metu sexuales. La manifestación de padecimientos era debido a la llegada a los metu, por los orificios naturales (boca, ano, vagina, uretra…), de algo malo, principalmente de alimentos poco adecuados. Pero también podría originarse primariamente en los intestinos por lo que los sunus (sanadores) ponían mucha atención en la evacuación de las heces y utilizaban para ello todo tipo de remedios como hierbas, enemas y vomitivos. El remedio más común y utilizado era la alimentación, con ayunos de cuatro días o más. Para los sunus “la mayoría de la comida era superflua y este sobrante se encontraban y originaban la mayoría de los problemas de salud”.
La respiración era el espíritu vital (Ka). La inspiración era la vida y la espiración la muerte. Esto es el principio del Pneuma de los griegos. Reconocían los elementos: Aire, Fuego, Tierra y Agua.
Así pues encontramos un concepto fundamental en el desarrollo del corpus naturopaticum como es el Wehedu o principio tóxico del cuerpo, concepto que vamos a encontrar en las distintas culturas y que culmina en la teoría de la Toxemia desarrollada por Tilden y ampliada posteriormente para convertirse en uno de los fundamentos que dan soporte a la intervención Naturopática.