Sistema inmunológico (Parte 1); por Monica Morales Jara; Naturópata

Es un conjunto de órganos, tejidos y células que se encargan de defender y atacar a nuestro organismo de agentes extraños. 

Es por esto que en este artículo te mostraremos los cuidados básicos para tener un sistema inmunológico saludable.

Factores que influyen en la baja inmunidad

Estrés prolongado.

Dietas inadecuadas.

Descanso insuficiente.

Recomendaciones para potenciar nuestras defensas:

Alimentación saludable: Abundante en verduras, frutas y leguminosas (aminoacidos esenciales, proteínas, vitaminas y minerales).

Potenciar si es necesario con plantas medicinales: Equinácea, ajo, moringa, entre otros, con la recomendación de un especialista.

Dormir las horas correspondientes.

Realizar actividad física de forma regular.

Cuidar nuestra microbiota intestinal.

Llevar un ritmo de vida relajado.

En caso de ser necesario, utilizar suplementos alimenticios.

Nutrientes y vitaminas:

Vitamina C

Aumenta la producción de interferón, sustancia celular que impide a una amplia gama de virus provocar infecciones. Es necesaria para formar colágeno, un componente esencial de las membranas de las células. Contribuye al mantenimiento de las barreras naturales contra las infecciones.

Vitamina E:

Diversos estudios demuestran que aumenta la respuesta inmunológica.

Vitamina A:

Representa un papel esencial en las infecciones y el mantenimiento de la integridad de la superficie de las mucosas.

Otras vitaminas:

Se han descrito alteraciones del sistema inmunológico asociadas al déficit de Vitamina D ; y vitaminas del grupo B. También influye la carencia del ácido fólico y B9. Y las deficiencias de tiamina, B1, riboflavina o B2, ácido pantoténico o B5, biotina o B8 y cianocobalamina o B12, pueden disminuir la producción de anticuerpos.

Flavonoides:

Algunos de los cuales potencian la vitamina C.

Hierro:

Disminuye la proliferación celular y la respuesta inmunológica.

Zinc:

Su carencia influye en el sistema inmunológico y afecta fundamentalmente a órganos linfoides (que producen linfocitos) y a la respuesta inmunológica.

Selenio:

El déficit de selenio afecta a la inmunidad, estando disminuida, entre otros, la actividad bactericida, la respuesta de los anticuerpos frente a ciertos tóxicos y el desarrollo de linfocitos.