Con el inicio del año escolar acercándose, es hora de buscar buenos hábitos, perdidos entre las salvajes tardes de verano y los días de descanso. ¿Cómo incrementar tu energía y mantenerla en el tiempo, estableciendo rutinas sencillas y saludables? Nuestra Naturópata nos da sus mejores consejos.
Las vacaciones nos han permitido recargar las pilas, pero aún es necesario conservarlo para afrontar adecuadamente el otoño e invierno que vendrán. A continuación se ofrecen algunos consejos para mantenerse en forma después del inicio del año escolar.
Sus 2 primeras fuentes naturales serán un buen ritmo de sueño y una buena dieta .
Un niño necesita una media de 12 a 15 horas de sueño, un adolescente de 8 a 10, un adulto de 7 a 9 y los mayores de 65 de 7 a 8. Todos somos desiguales a la hora de dormir, siendo lo ideal d ‘Duerma lo suficiente, pero estas cifras son buenos puntos de referencia porque nuestro estado de salud y vitalidad se basan en gran medida en la calidad y duración del sueño.
Sin embargo, la tendencia actual para un adulto es a las 6:40 a.m. y un adolescente en promedio 7 horas. Sin embargo, el sueño no solo se usa para ponerse en forma, es fundamental para preservar su sistema inmunológico, limpiar su cerebro de los desechos celulares almacenados durante el día, estimular y consolidar el aprendizaje, fortalecer la memorización, permitir la regeneración celular, participar para el buen funcionamiento del corazón, para regular su metabolismo (apetito, estrés, irritabilidad…) y sus emociones, si no dormimos lo suficiente o mal, estos diferentes mecanismos no se realizarán correctamente.
Incluso si duerme hasta tarde el fin de semana, el tiempo de sueño perdido durante la semana nunca se recupera por completo. Para preservar nuestra energía vital es importante permitir que el cuerpo se regenere mediante un descanso suficiente. Al respetar las horas recomendadas de sueño si aún te sientes cansado durante el día, esto puede ser una señal de que tus condiciones de sueño, tu entorno o tu estilo de vida no son las adecuadas y que sería interesante para hacer un punto con un experto.
Adopte una dieta saludable
El tipo de dieta afectará tu vitalidad. Una comida rica y abundante a base de proteínas animales y harina, por ejemplo, será mucho más difícil de digerir y generará un gasto energético mayor que una comida a base de verduras cocidas o crudas o fruta fresca. Además, por la noche, promueve una comida ligera para dormir mejor, es importante limitar el gasto energético debido a la digestión. Los productos refinados y procesados, conservantes y colorantes, que son productos deficientes y carecen de una gran calidad nutricional, deben evitarse en la medida de lo posible. Los jugos de verduras en el extractor son muy interesantes para aportar vitalidad y poner en reposo el sistema digestivo.
También preste atención a las asociaciones de alimentos . Algunas categorías de alimentos no son digeribles si se toman juntas. Por ejemplo, la fruta fresca debe consumirse sola, antes de una comida o al menos 2 horas después. De lo contrario, su digestión se ralentizará y se traducirá en un gasto energético importante para el organismo y generará fermentación y fatiga. Asegúrate de adoptar una cocción suave y lenta para la preparación de tus platos porque el calor destruye las vitaminas y minerales esenciales para nuestra vitalidad.
Los tés de hierbas, el jugo y el agua, ingeridos regularmente sin comidas, ayudan al cuerpo a purificarse. Un Naturópata puede ayudarte a elegir tu dieta para optimizar el funcionamiento de los emunctorios, órganos para la evacuación de toxinas.
Una actividad física suave y regular para hacer circular la linfa, las monodietas y las plantas medicinales también ayudará a apoyar las funciones de eliminación del organismo. En cuanto al estilo de vida, evite las bebidas excitantes elaboradas con azúcar o cafeína, ya que difunden la energía artificial.
Recuerda también que tu energía diaria también depende de tu mente, haz lo que te haga sentir bien y vivirás con energía!