Xie, J., Qureshi, A. A., Li, Y., & Han, J. (2010). ABO blood group and incidence of skin cancer. PLoS One, 5(8), e11972.
ANTECEDENTES: Estudios anteriores han examinado la asociación entre el grupo sanguíneo ABO y el riesgo de algunos tumores malignos. Sin embargo, ningún estudio de cohorte prospectivo hasta la fecha ha examinado la asociación entre el grupo sanguíneo ABO y el riesgo de cáncer de piel.
METODOLOGÍA / RESULTADOS PRINCIPALES: Utilizando dos grandes cohortes en los EE. UU., Examinamos el tipo de sangre ABO y la incidencia de cáncer de piel, incluido el melanoma, el carcinoma de células escamosas (SCC) y el carcinoma de células basales (BCC). Seguimos a los participantes del estudio (70,650 enfermeras y 24,820 profesionales de la salud masculina) en su diagnóstico de cáncer de piel incidente desde el inicio de la cohorte (1976 en mujeres y 1986 en hombres) hasta 2006. Los participantes del estudio informaron su tipo de sangre en 1996 en ambas cohortes. Durante el seguimiento, 685 participantes desarrollaron melanoma, 1,533 desarrollaron SCC y 19,860 desarrollaron BCC. Utilizamos modelos de riesgos proporcionales de Cox para calcular las razones de riesgo (FC) y los intervalos de confianza (IC) del 95% de cada tipo de cáncer de piel. Observamos que el grupo sanguíneo no O (A, AB y B combinados) se asoció significativamente con una disminución del riesgo de cáncer de piel no melanoma en general. En comparación con los participantes con el grupo sanguíneo O, los participantes con el grupo sanguíneo no O tenían un 14% menos de riesgo de desarrollar SCC (HR multivariable: 0,86; IC 95%: 0,78, 0,95) y un 4% menos de riesgo de desarrollar BCC (HR multivariable : 0,96; IC del 95%: 0,93 a 0,99). La disminución del riesgo de melanoma para el grupo sanguíneo no O no fue estadísticamente significativa (HR multivariable: 0,91; IC del 95%: 0,78 a 1,05).
CONCLUSIÓN / IMPORTANCIA: En dos grandes poblaciones independientes, el grupo sanguíneo no O se asoció con una disminución del riesgo de cáncer de piel. La asociación fue estadísticamente significativa para el cáncer de piel no melanoma. Se necesitan estudios adicionales para confirmar estas asociaciones y definir los mecanismos por los cuales el tipo de sangre ABO o las variantes genéticas estrechamente relacionadas pueden influir en el riesgo de cáncer de piel.