El ASC, la vitamina E y el hidroperóxido de lípidos se seleccionaron como moléculas clave involucradas en las reacciones radicales en la célula, y se evaluaron sus eficiencias como índice de estrés oxidativo. 

Al principio, se desarrollaron métodos para la determinación específica y sensible de ASC e hidroperóxido lipídico. Según las comparaciones de estos índices durante el estrés oxidativo en condiciones patológicas típicas, como diabetes y daño hepático por sustancias tóxicas, se encontró que la concentración de ASC es el índice más sensible en los tejidos animales. 

El efecto antioxidante de los factores alimentarios in vivo se puede evaluar sobre la base de estos índices. El análisis de la oxidación de las lipoproteínas de baja densidad (LDL) reveló que la degradación y la reticulación de la apolipoproteína B-100 (apoB) son procesos extremadamente fáciles. Las proteínas apoB fragmentadas y conjugadas están presentes en el suero humano normal y tienden a aumentar con la edad según el análisis de inmunotransferencia. La estimación de estos productos nos permite un diagnóstico basado en el mecanismo de la aterosclerosis. 

Se encontró una relación significativa entre el nivel de ASC en plasma y la suma de estos productos apoB. 

En conclusión, la concentración de ASC determinada específicamente refleja de manera sensible el estrés oxidativo en los tejidos.