Una breve hojeada a la historia reciente de Europa sitúa a la escuela como legitimo receptor y transmisor del conocimiento de las terapias naturales. Prácticamente los pasos que han seguido la mayoría de los países en el desarrollo de las terapias naturales han sido parecidos, aunque lógicamente los matices han marcado las diferencias. La explicación, por ejemplo, del por qué unos países las han consolidado antes que otros, la encontramos en un desfase de aproximadamente 20 años, entre los países pioneros centroeuropeos y España. En Centroeuropa el inicio de las terapias naturales, tal como hoy las conocemos, se sitúa a finales del siglo XIX, mientras que en España y concretamente en Catalunya esto ocurre en la primera mitad del siglo XX. Esta primera parte del desarrollo de las terapias naturales podríamos definirla como autogestionaria, esto significa que las personas aprendían a gestionar su salud a partir de las experiencias de pioneros como Kneipp, Priessnitz, Kuhne…
Hay que tratar de reconducir el proceso: más hacia la higiene que hacia la terapia correctora pura y dura, más hacia la alimentación, en su contexto antropológico, que hacia la nutrición, más hacia las experiencias positivas acumuladas que hacia la validación científica, más hacia la pluralidad terapéutica docente y profesional que hacia la uniformidad y la simplificación, más hacia la libertad de elección del ciudadano para escoger escuelas, terapias y terapeutas que hacia la imposición, por Decreto, de algunas de ellas.
Decimos esto porque en el momento actual creemos que la Administración de Salud catalana debe entender y recuperar la esencia de las terapias naturales y resituándolas en un contexto real y práctico y, por lo tanto, menos conflictivo con el resto de las profesiones sanitarias. En este sentido tenemos la certeza de que el médico necesita más a un colaborador fiable y responsable que no a un nuevo escalafón sanitario de dudosas competencias como pretenden, por suerte, sólo algunos.
Si este modelo que planteamos, por fin, es comprendido por la Administración y el Decreto lo consolida será una buena cosa para Catalunya y para el resto del Estado.
Es lo que esperamos y por lo que trabajamos a diario.