Gorbach, S. L. (1984). Estrogens, breast cancer, andintestinal flora. Review of Infectious Diseases,6(Supplement 1), S85-S90.

La evidencia epidemiológica ha relacionado la dieta con el cáncer de mama, con las tasas más altas de cáncer observadas en las mujeres que consumen una dieta alta en grasa y baja en fibra. También hay información sustancial, tanto clínica como experimental, que implica a los estrógenos en la etiología del cáncer de mama.

Un estudio reciente de nuestro laboratorio ha demostrado que la dieta influye en los niveles de estrógenos y el principal mecanismo es el metabolismo de los estrógenos en el intestino. La microflora intestinal desempeña un papel clave en la circulación enterohepática de los estrógenos al desconjugar los estrógenos unidos que aparecen en la bilis, lo que permite que las hormonas libres sean reabsorbidas. Al suprimir la microflora con la terapia con antibióticos, los estrógenos fecales aumentan y los estrógenos urinarios disminuyen, los cambios indican una disminución de la reabsorción intestinal.

Una dieta baja en grasa y alta en fibra se asocia con hallazgos similares: estrógenos fecales altos y estrógenos urinarios bajos. Parece que la microflora desempeña un papel clave en el metabolismo de las hormonas sexuales femeninas.