Jiang, R., Jacobs Jr, D. R., Mayer-Davis, E., Szklo, M., Herrington, D., Jenny, N. S.,… & Barr, R. G. (2005). Nut and seed consumption and inflammatory markers in the multi-ethnic study of atherosclerosis. American Journal of Epidemiology, 163(3), 222-231.
FONDO: Las nueces y las semillas son ricas en grasas no saturadas y otros nutrientes que pueden reducir la inflamación. El consumo frecuente de nueces se asocia con un menor riesgo de enfermedad cardiovascular y diabetes tipo 2.
OBJETIVO: Los autores examinaron las asociaciones entre el consumo de nueces y semillas y la proteína C reactiva, la interleucina-6 y el fibrinógeno en el Estudio multiétnico de la aterosclerosis.
MÉTODO Y DISEÑO: Este análisis transversal de 2000 incluyó a 6,080 participantes estadounidenses de 45 a 84 años con información adecuada sobre la dieta y los biomarcadores. El consumo de nueces y semillas se clasificó como nunca / raro, menos de una vez por semana, 1 a 4 veces por semana y cinco o más veces por semana.
RESULTADOS: Después del ajuste por edad, género, raza / etnia, sitio, educación, ingresos, tabaquismo, actividad física, uso de suplementos de aceite de pescado y otros factores dietéticos, los niveles medios de biomarcadores en categorías de consumo creciente fueron los siguientes: Proteína C reactiva: 1.98, 1.97, 1.80 y 1.72 mg / litro; interleucina-6—1.25, 1.24, 1.21 y 1.15 pg / ml; y fibrinógeno: 343, 338, 338 y 331 mg / dl (todosp ‘s para la tendencia <0.01). Los ajustes adicionales para la hipertensión, la diabetes, el uso de medicamentos y los niveles de lípidos dieron resultados similares. El ajuste adicional para el índice de masa corporal atenuó moderadamente la magnitud de las asociaciones, produciendo una significación estadística límite. Las asociaciones de consumo de nueces y semillas con estos biomarcadores no se modificaron por el índice de masa corporal, la relación cintura: cadera o raza / etnia.
CONCLUSIÓN: El consumo frecuente de nueces y semillas se asoció con niveles más bajos de marcadores inflamatorios, lo que puede explicar parcialmente la asociación inversa de consumo de nueces con enfermedades cardiovasculares y riesgo de diabetes.