Área de conocimiento: Naturopatía Descriptiva: “Estrés oxidativo en el melanoma maligno y el cáncer de piel no melanoma”

Sander, C. S., Hamm, F., Elsner, P., & Thiele, J. J. (2003). Oxidative stress in malignant melanoma and non‐melanoma skin cancerBritish Journal of Dermatology, 148(5), 913-922.

ANTECEDENTES: La radiación solar ultravioleta (UV) se considera un factor etiológico importante en el melanoma y el cáncer de piel no melanoma. Un creciente cuerpo de evidencia indica que el estrés oxidativo está involucrado en la fotocarcinogénesis. Sin embargo, todavía faltan datos in vivo para la piel humana. Las especies reactivas de oxígeno participan en una serie de procesos fisiopatológicos que incluyen daño en el ADN y la peroxidación de lípidos (LPO) y se consideran un factor clave en la progresión del tumor.

OBJETIVOS: Planteamos la hipótesis de que en el cáncer de piel humano se altera el equilibrio redox natural y que este desequilibrio puede dar como resultado una acumulación de productos LPO.

MÉTODOS: Para probar esto, se compararon las biopsias de la piel del melanoma de diseminación superficial con los naevi melanocíticos benignos de la misma edad y los controles sanos jóvenes. Además, se investigaron los cánceres de piel no melanoma (carcinoma de células basales, carcinoma de células escamosas) y la queratosis actínica ( n  = 18 cada uno). La expresión de las enzimas antioxidantes, la superóxido dismutasa de cobre-zinc, la superóxido dismutasa de manganeso y la catalasa se analizó mediante técnicas inmunohistoquímicas. Para detectar productos LPO, se visualizó malondialdehído unido a proteínas (MDA).

RESULTADOS: En las biopsias de melanoma humano, se encontró una sobreexpresión significativa de las enzimas antioxidantes cuando se comparó con el tejido no tumoral circundante, el nebi melanocítico benigno y los controles jóvenes. Curiosamente, el marcador LPO MDA se incrementó significativamente en el tejido del melanoma. La MDA se localizó no solo en las células típicas de melanoma, sino que también ocurrió en los queratinocitos circundantes. En contraste, se encontró un equilibrio antioxidante gravemente alterado con enzimas antioxidantes disminuidas en los tumores no melanoma, mientras que la MDA se elevó solo en los carcinomas de células escamosas.

CONCLUSIONES: Estos hallazgos indican que el estrés oxidativo puede desempeñar diferentes funciones en la patogénesis de los cánceres de piel en humanos. En el cáncer de piel no melanoma, una defensa antioxidante disminuida causada por la exposición crónica a los rayos UV podría contribuir a la carcinogénesis de múltiples etapas, mientras que las células de melanoma exhiben un aumento del estrés oxidativo que podría dañar el tejido circundante y, por lo tanto, respaldar la progresión de la metástasis.