El poder disfrutar de una forma plena el Camino tiene una serie de requisitos que como naturópata en haptología me gustaría desarrollar, entre estos requisitos tenemos la necesidad de contar con un buen planteamiento, un equipaje adecuado, una correcta actitud y flexibilidad en el carácter.
En primer lugar a la hora de plantear el Camino, conviene :
– Verificar nuestro estado de salud, nuestro coeficiente de vitalidad y no está de mas un chequeo médico, sobre todo si podemos permitirnos rutas de mas de 10 días, entre 200 y 250 km a pie.
– Verificar nuestra condición física, lo ideal sería partir teniendo un fondo físico que nos permita caminar mínimo durante dos horas a buen ritmo cada día, ya que este tiempo se verá incrementado durante el camino.
– Plantearse en función de nuestro estado de salud, nuestra condición física y el tiempo del que dispongamos, la distancia desde la que partiremos y las etapas, nos apoyaremos para este fin en una guía del Camino, disponibles en librerías o en la red. En este momento es buena idea acompasar la ruta elegida a la estación en la que viajemos por ejemplo los caminos de la costa son fantásticos en verano, mientras que la vía de la plata es mejor en primavera.
Una vez que tengamos ya un planteamiento sobre el recorrido, es hora de hacernos con el equipaje,
- Un saco. Una esterilla. Una gorra con visera (y a poder ser la posibilidad de faldones para el cuello).
- Calzado ajustado al tobillo, mejor tipo bota, ya usado, y “domado”, en función de la estación y las lluvias sería aconsejable llevar calzado de repuesto. Unas sandalias, tipo descalzas para descansar.
- Tres mudas de ropa; la ropa exterior técnica, que cubra la mayor parte del cuerpo, para prevenir picaduras. Calcetines sin costuras en la zona de los dedos. Una mochila ajustable a la espalda con tirantes
- Un neceser/ botiquín que dispondrá de los artículos necesarios para la higiene que cada uno considere, aunque recomiendo que no falte; un kit para las ampollas, ojalá no lo necesitemos.
- Un ungüento calmante y reparador, se puede adquirir en una herboristería o similar, que entre su composición lleve Árnica, Harpagofito, Cera Alba, Mentol, Ae Lavanda, Tomillo o similar… Aceite esencial de Lavanda, anti-bacteriano, antimicótico, calmante y repelente de insectos, se puede usar tópico, a no ser que la piel esté muy sensible en cuyo caso se llevara diluido en algún aceite vegetal , como el sésamo.
- Aceite esencial de Árbol del Te , para añadir unas gotas a las botas durante el descanso, al gel de ducha, jabón de manos…también podemos preparar con él un gel anti-bacteriano que nos refrescará, lava axilas,pies.. o podemos comprarlo en una herboristería.
- Jabón en pastilla para el cuerpo y el cabello, muy práctico.
- Un protector solar
- Una pieza de jabón para ropa, que por cierto habrá que lavar cada noche, recordad que solo llevamos tres mudas.
Y todo esto no debería superar el 10% del peso corporal, y si, se puede! solo hay que elegir prendas muy funcionales y ligeras, hay chubasqueros que caben en la palma de la mano. Está claro que aquí se supone que haremos el camino entre la primavera alta y temprano en el Otoño.
Sobre la correcta actitud y el carácter flexible, me refiero a priorizar el cuidado del cuerpo y la mente frente los obstáculos que nos encontremos, fatiga, pensamientos tóxicos, desniveles o mal tiempo.
Ejemplos:
– Por la mañana es fantástico empezar con un pensamiento de voluntad y determinación para ese día, medita unos segundos en él y luego suéltalo,prepárate y desayuna lo mas nutritivo que te puedas permitir en ese momento, disfruta.
-Trata de caminar con el sol bajo, SI, madrugar es lo mejor, las caminatas entre las 6 y las 11 de la mañana, suelen ser las mas aconsejables, antes de salir aplícate protector solar.
– Hay una cita del escritor portugués Fernando Pessoa que dice: “¿Piedras en el camino?..las guardo todas, algún día con ellas construiré mi castillo”, la cita es preciosa, pero en nuestro caso ante la más pequeña piedra que entre en tu calzado -por favor- para y retírala. Es tu tiempo, nadie te apremia, tranquilo, siéntate, descalzate, quita la piedra y vuelve a ajustar correctamente tu calzado.
– La hidratación es fundamental, y aquí la máxima es …. no llegues a tener sed!! pero tampoco bebas de cualquier lado, hay carteles en las fuentes que marcan el agua potable, y si encuentras manantiales durante la marcha, mucho cuidado, aunque hay signos que evidencian que el agua es potable, como la presencia de lenteja de agua, o tritones, no siempre es así…se precavido.
– Si te da hambre durante la caminata, antes de comer lava bien las manos, o aplica un poco de higienizador, puedes llevar contigo unos dátiles con frutos secos, jengibre confitado (muy refrescante), chocolate…
– Escanéate a menudo durante la marcha, empezando por los pies, cómo los sientes? Y las rodillas?, las caderas, la espalda, abdomen, pecho, cómo respiras? Tus brazos, tus manos, la cabeza… escanea y si hay que corregir hazlo.
– Las botas son para caminar, cuando pares la jornada cálzate las sandalias, momento ideal para repasar el estado de nuestra piel, estirar…. Bob Anderson, tiene unas maravillosas series de estiramientos, en nuestro caso buscaremos senderismo con bastones, si los llevas, o simplemente senderismo, podemos imprimirlos y plastificarlos, y llevarlos enrollados en la esterilla.
-Regocíjate con alegría, estira, repara tu piel, descansa…
Bo Camiño!!