Área de conocimiento: Naturopatía Descriptiva: “Síndrome de ovario poliquístico y toxinas ambientales”

Rutkowska, A. Z., & Diamanti-Kandarakis, E. (2016). Polycystic ovary syndrome and environmental toxins.Fertility and Sterility, 106(4), 948-958. 

El síndrome de ovario poliquístico (PCOS) es el trastorno endocrino más común, heterogéneo y multifactorial en mujeres premenopáusicas. La fisiopatología de esta endocrinopatía aún no está clara; Sin embargo, la heterogeneidad de sus características dentro de las razas étnicas, la ubicación geográfica y las familias sugiere que el medio ambiente y el estilo de vida son de suma importancia. 

Este trabajo se centra principalmente en el posible papel de las toxinas ambientales más comunes y estudiadas para este síndrome en la patogénesis del PCOS. Los plastificantes, como el bisfenol A (BPA) o los ftalatos, que pertenecen a las categorías de productos químicos disruptores endocrinos (EDC) y productos finales de glicación avanzada (AGE), afectan la salud humana en la vida cotidiana e industrializada; por lo tanto, se debe prestar especial atención a dicha exposición. El tiempo de exposición a los EDC es crucial para la intensidad de los efectos adversos para la salud. Ahora es evidente que los fetos, bebés y / o niños pequeños son los grupos más susceptibles, especialmente en los primeros períodos de desarrollo. La exposición prenatal a EDC que imitan las hormonas endógenas puede contribuir a la programación fetal alterada y, en consecuencia, conducir a PCOS y otros efectos adversos para la salud, potencialmente transgeneracionalmente. 

La exposición aguda o prolongada a EDC y AGE a través de diferentes etapas del ciclo de vida puede provocar la desestabilización de la homeostasis hormonal y provocar la interrupción de las funciones reproductivas. También pueden interferir con alteraciones metabólicas como la obesidad, la resistencia a la insulina, e hiperinsulinemia compensatoria que puede exacerbar el fenotipo PCOS y contribuir a las consecuencias de PCOS como la diabetes tipo 2 y la enfermedad cardiovascular. 

Dado que una amplia exposición a las toxinas ambientales y su papel en la fisiopatología del PCOS están respaldados por una gran cantidad de datos derivados de diversos modelos científicos, se deben considerar estrategias de protección y recomendaciones fuertes para reducir la exposición humana para proteger a las generaciones presentes y futuras de sus efectos adversos para la salud.