El aumento de peso y la acumulación de grasa tienen causas multifactoriales. Se convierte en una lucha perenne con la bascula. En mi consulta de Naturopatía vienen personas que reportan engorde sin razón. Informan que han estado a dieta durante años, y piden explicaciones para entender las causas y cómo abordar y resolver el problema.
Seguramente, si consideramos un balance energético diario, engordamos porque las calorías que entramos son mayores que las que quemamos, por lo que tendemos a acumular grasa corporal. Cada día el cuerpo utiliza una cantidad de calorías para funcionar y llevar a cabo sus funciones, con un mecanismo llamado metabolismo basal.
Este gasto de energía varía de persona a persona. Si consumimos más calorías con los alimentos de las que el cuerpo necesita, gradualmente acumularemos grasa. Por otro lado, si quemamos más calorías de las que comemos con nuestras diversas actividades y deportes, tenderemos a perder peso.
Sin embargo, este mecanismo no es tan obvio, porque hay factores que influyen mucho en él. Veamos algunos de ellos:
– Tomar medicamentos: antihistamínicos, cortisona, antidepresivos o somníferos, ralentizan el metabolismo. A menudo, incluso el intestino funciona mal, causando estreñimiento y persistencia de toxinas inflamatorias. Usted debe consultar a su médico para evaluar los medicamentos con menos efectos secundarios.
– Mala actividad física: muchas personas dicen que están engordando sin razón alguna, pero en realidad no se mueven lo suficiente, no practican deportes, hacen trabajos sedentarios o simplemente son perezosos. Incluso en casa se pueden hacer ejercicios diarios. Yo uso el trampolín – cansado, efectivo y divertido! Puedes descargar aplicaciones en teléfonos móviles, hay tutoriales guiados en YouTube, hay DVDs o juegos para las diferentes consolas utilizadas por nuestros hijos. Incluso pasear al perro ayuda a caminar kilómetros, sobre todo a buen ritmo y sin detenerse a mirar las ventanas.
– Ansiedad y estrés: algunas constituciones acumulan peso cuando están estresadas, porque aumenta la producción de cortisol, con aumento de grasa, celulitis y retención de agua. La micoterapia puede ayudar, recomendada por un experto en hongos medicinales. Reishi, Cordyceps, Polyporus, apoyan los sistemas nervioso y linfático.
– Problemas tiroideos: la edad avanzada, las enfermedades autoinmunes, el hipotiroidismo funcional, el yodo y la deficiencia de selenio, pueden ralentizar el mecanismo tiroideo y, en consecuencia, el metabolismo energético, lo que conduce al engorde. Muy a menudo los parámetros de las hormonas TSH, T3, T4, permanecen en los parámetros, pero la tiroides tiene un funcionamiento más lento, porque el hígado no está trabajando al máximo régimen. A veces hay un funcionamiento excesivo de la paratiroides, por exceso de calcio circulante, y aquí puede ser útil el magnesio intracelular, también útil para el sistema nervioso y el estrés.
– Dieta desequilibrada: muchas personas se saltan comidas o tienen dietas completamente desequilibradas. Es mejor ser seguido por un biólogo nutricionista o seguir las combinaciones alimenticias Naturopáticas correctas, elegidas de acuerdo a la constitución de cada uno. Una dieta incorrecta altera el metabolismo, crea deficiencias de minerales y vitaminas, especialmente del grupo B. Para convertir correctamente los carbohidratos y las proteínas, el hígado necesita una serie de plantas, nutracéuticos, minerales y enzimas. La dieta desequilibrada tiene un efecto yo-yo que incluso lleva a engordar más que antes.
– Intolerancias alimentarias y disbiosis intestinales: una flora bacteriana alterada, una mucosa intestinal inflamada se convierte en colador, y el sistema inmunitario se inclina porque muchas moléculas dañinas entran en la circulación. Poner el intestino en su sitio ayuda a hacer que todo el sistema metabólico, endocrino y nervioso funcione. Incluso la presencia excesiva de cándida, hongos o bacterias, crea problemas, por lo que lo primero que hace un buen naturópata es devolver el intestino a la eubosis, eliminando los desequilibrios de los patógenos
– Ataques de hambre compulsiva: todas las cosas malas, tanto durante las comidas como al aire libre, son calorías añadidas de las que no nos damos cuenta, pero que tienen un fuerte impacto en el equilibrio diario. Las llamadas comidas chatarra (papas fritas, bocadillos, galletas, dulces, caramelos) nunca son contadas por la gente. La falta de atención o el mentirse a sí mismo, son errores que no se deben cometer. Puede ser útil llevar un diario durante una semana, anotando honestamente lo que comes, para comprobar dónde están las trampas traicioneras que no nos hacen perder peso. También preste atención a los bocadillos salados, que proporcionan retención de agua, hipertensión o cambios de presión, celulitis y acumulación en la parte inferior del cuerpo.
Para lograr la forma de peso, se necesita un plan bien diseñado por un profesional, que incluya una nutrición adecuada y suplementos dirigidos a la causa del problema, que, como hemos visto, puede ser un conjunto de factores.
Sin embargo, hay algunas estrategias de “hágalo usted mismo” que puede utilizar:
1. Desayuno más sano, con fruta orgánica de temporada, nueces oleosas como almendras y nueces, linaza para desintoxicar y ayudar al intestino, semillas de chía ricas en omega 3, huevos para las vitaminas B.
2. Intensificar la actividad física, encontrando algo divertido, para realizarla de forma continuada.
3. Usar plantas para la circulación y drenaje de toxinas: centella, piña, rusco, ginko biloba, arándano, milenrama, meliloto, ortiga.
4. Productos con café verde, fucus y tisanas de yerba mate o té verde, para despertar el metabolismo (sólo si no hay enfermedades o si no está tomando medicamentos, consulte a su médico).
Fuente: rosannapilia.com